Rodeado de muertos,
en miles de tumbas,
que por estas fechas
ya no están ocultas,
hay un mexicano,
de mechas hirsutas,
que, con voz cansada,
no grita…murmura:
¡Ya no chinguen tanto…
no sean hijo’e putas…!!
Y el gobierno inepto
ni siquiera puja…
Que bien que me acuerdo,
en tiempos pasados,
de Juárez, Santana,
y un montón de batos.
A la Patria inerme,
ingenua y calmada,
que no supo cuando,
le hundieron la daga,
jodidos estamos…
y no vemos claro…!!
Y el gobierno ciego…
pues nunca hace nada…
Hay analfabetas,
hay pobres y enfermos,
que se mueren solos,
en rincones yermos.
Y también hay ricos,
que nunca voltean,
porque el pobre apesta,
aunque no lo crean,
¡Patria…estoy jodido
por este gobierno…!!
Y el Ejecutivo ríe…
y no escucha lamentos.
Los gringos cabrones,
se ríen, se burlan,
se meten conmigo,
y a poco me acusan,
de narco y mojado,
que causa la bulla;
y todo, porque ando
con la cara sucia,
por ser mexicano;
Patria…me repudian.
Y el gobierno calla,
y cava mi tumba…!!
Si…soy mexicano,
mi rostro no oculta,
y agacho la cara,
y aguanto la tunda,
que me da mi hermano,
por el que he votado,
pues cuando ha llegado,
de mi se ha olvidado,
y es que así son todos,
los que han gobernado
¡Patria que me escuchas…
ya estamos cansados…!!!
Salvador Rangel Abud.
Poema A LA ESTULTICIA DE LOPEZ OBRADOR…
(Parodia del Poema a Gloria de Salvador Díaz Mirón)
No intentes convencerme con mentiras y delirios de tu mente loca:
pues mi razón tiene muy clara la certeza,
que la cantidad de madre que te queda es poca.
He seguido muy de cerca tu camino, mi esperanza ya se encuentra en duelo;
no viendo más que sombra en el camino,
de tu gestión que se alejó del cielo.
Vanas son las imágenes que entraña
tu mente criminal, santuario oscuro.
Tu soberbia, como estiércol de montaña,
huele mal y te descubre impuro.
Logras mentir y quieres que esto encaje, pues con cinismo violas a la Ley que cuidas,
eres gusano enamorado de tu imagen,
Narciso enano y un fallido Midas.
Perverso es que, con tenaz soberbia,
ofendas los que exaltan tus excesos:
has hecho con el crimen la sinergia,
que rompe la esperanza del progreso.
Fiando en el instinto que me empuja,
rechazo los avances que señalas.
«no eres ave que canta, aunque la rama cruja,
porque de buitre resultan ser tus alas».
Sumido en el delirio que te inunda,
al pueblo mientes, robas y traicionas,
Pero pronto te darán una gran tunda,
todos esos que siempre tu mencionas.
¡Ya no quiero que gobiernen los abyectos!
¡caterva inútil de tristes merolicos!
tus aspirantes…todos son insectos
que repiten tu doctrina cual pericos.
Tu Gobierno es el teatro en cuyo foro
violas la Ley en forma cotidiana;
es la vergüenza, de tener un coro,
que halaga tu ego en la mañana.
¡Ofendes a todos sin recato!
energúmeno feroz que no gobierna
prefieres con el crimen hacer pacto
que escuchar las voces que lamentan.
Las claras muestras de trabajo vano,
que tus lacayos logran insistentes.
no son plumajes que cruzan el pantano
sin mancharse…son remedos…presidente.
¡El pueblo sufre tu delirio enorme!
que impune sufre el látigo de la violencia.
solo eres resentido y cruel deforme:
que aprovecha del pueblo su inocencia.
¡Depón el odio y que tu voz no ataque!
¡Ablanda el corazón que tienes duro!
Debes poner a la violencia en jaque;
y no lograr acuerdos en lo obscuro.
¡Refórmate, tu Andrés! Ostión manido
eres perverso cuando lanzas tus embates,
Deja ya de alimentar tu nido,
deja ya de gobernar con disparates.
Salvador Rangel Abud
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