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Foto:
Cortesia.
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Xalapa, Ver.-
A casi 34 años de la tragedia, víctimas de la contaminación química de Agricultura Nacional de Veracruz (Anaversa) y ciudadanos comprometidos con la salud y la justicia manifestaron su total oposición a cualquier intento de trasladar el proyecto de construcción del Hospital General de Zona y la Unidad de Cancerología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a otro municipio distinto a la ciudad de Córdoba. La presidenta de la Asociación de Asistencia a los Afectados por Anaversa, Rosalinda Huerta Rivadeneyra, señaló la falta de compromiso y omisión por parte de las autoridades del ayuntamiento de Córdoba al cancelar un crédito bancario para comprar el terreno solicitado por el IMSS, donde se construiría una Unidad de Radioterapia con Acelerador Lineal para tratar a pacientes con cáncer. “El hospital en Córdoba no es una concesión ni una dádiva, sino una necesidad ineludible y una deuda histórica con las víctimas de Anaversa. Fue en Córdoba donde ocurrió el desastre ambiental y de salud pública más grave en su tipo en México, y es en Córdoba donde debe garantizarse la atención médica especializada para los afectados y la población en general”. Rosalinda Huerta señala que la decisión del ayuntamiento de no adquirir el terreno para la construcción del IMSS “vulnera el principio de progresividad, que establece la obligación de las autoridades de garantizar el avance y no el retroceso en el acceso a los derechos fundamentales para una ciudad marcada por el peor accidente en área de agroquímicos en nuestro país y uno de los desastres más graves del mundo”. De igual manera, esta AC se deslindó categóricamente de las declaraciones y acciones del abogado Fernando Morales Cruz, quien de manera unilateral ha promovido el traslado de este proyecto a otros municipios, con claro desconocimiento de la lucha histórica que las víctimas de Anaversa han llevado a cabo, señaló la activista. “Rechazamos el uso de nuestra causa con fines distintos a los que nos han motivado desde el inicio: garantizar el acceso a la salud de las personas afectadas por la tragedia química ocurrida el 3 de mayo de 1991”. Las víctimas de la tragedia de Anaversa exigieron a Morales Cruz que aclare de manera pública cuáles son los diputados y senadores que lo están apoyando en su intento de trasladar el hospital a otros municipios. Así también, que responda qué ayuntamientos han manifestado su interés en atraer la inversión del IMSS destinada originalmente para la ciudad. Otra pregunta para Morales Cruz sería bajo qué fundamentos se argumenta que Córdoba no cuenta con un predio viable para la construcción del hospital, cuando existen alternativas dentro del propio municipio. Las víctimas de la contaminación química de Anaversa solicitaron al Congreso de la Unión que cualquier Punto de Acuerdo relacionado con la construcción de un hospital del IMSS en Córdoba se mantenga firme con base en el respeto a la justicia social y compromiso histórico con la población. Finalmente hicieron un exhorto al IMSS a no ceder a presiones externas que pretendan desviar este proyecto de su objetivo original. “Reiteramos nuestra disposición al diálogo con las autoridades correspondientes para garantizar la pronta ejecución de este hospital en Córdoba, Veracruz, y seguimos firmes en nuestra exigencia de justicia y reparación para todas las personas afectadas por el desastre de Anaversa”. Huerta ha recordado que su lucha comenzó el 3 de mayo de 1991, cuando en la empresa de plaguicidas Agricultura Nacional de Veracruz SA (Anaversa) hubo un incendio y una explosión que generó una nube tóxica de dioximas y furanos que hasta 25 años después se estimaba había causado la muerte de alrededor de mil 500 personas. Ese desastre, acusó, fue encubierto por altos funcionarios del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, que dispusieron la desaparición de todos los elementos probatorios y retiro de sustancias que ahí había. La presidenta de la Asociación de Afectados por Anaversa mencionó que ellos seguirán luchando y es algo particularmente dramático, porque quienes luchan están en proceso de muerte porque tienen leucemia o algún otro tipo de cáncer y, sabiendo que van a morir, siguen luchando por sus compañeros.
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