Las dirigencias estatales del Verde Ecologista, del Pt y de MORENA ya tuvieron un primer encuentro para diagnosticar y programar sus respectivas acciones relativas al proceso electoral municipal de junio próximo, cada dirigencia está al pendiente de en cuál municipios irán en alianza y en cuáles competirán en solitario, ya están definiendo los términos para decidirlo, solo esperan, el PT y el Verde, que MORENA no aproveche su fortaleza política para exceder su ventaja. Esa trilogía partidista goza de las mieles del poder, son el tiburón mayor y sus dos rémoras en busca de la mejor tajada del pastel municipal en junio próximo. MORENA está en situación de privilegio, sus acciones acaparan la atención pública, como durante sus días de vino y rosa lo hizo el PRI. Pero ¿y la oposición? Ahora el tricolor navega en decadencia y ya no concita como antaño la atención de la opinión pública porque la ciudadanía lo percibe como un partido político sin convocatoria, ya es oposición y en esa parte de la geometría política no ocupa lugar relevante. El Partido Movimiento Ciudadano no ha podido cuajar en el ánimo popular, en esta organización política se cumple cabalmente la máxima de “nadie es profeta en su tierra”, porque su fundador y guía Dante Delgado Rannauro, cordobés de origen, un animal político de destacados méritos en el entorno nacional, no ha logrado consolidar a su partido en su entidad natal. Queda del lado opositor, en rango de partido medianamente competitivo el Partido Acción Nacional porque sus fisuras y el impacto provocado por la deserción de los Yunes del estero ha menguado su competitividad en la zona centro de la entidad, y allá en el norte su bastión con epicentro en Tantoyuca está bastante disminuido, paremos de contar porque no se advierten zonas de fortaleza panista en la entidad como lo llegó a ser el “cinturón azul”, por ejemplo.
Sin embargo, una elección municipal tiene de suyo características muy particulares, no es comparable con ninguna otra clase de elección, aquí se trata de elegir a la autoridad más cercana a la población lo cual involucra a un mayor número de ciudadanos interesados en participar electoralmente, esta circunstancia influye en las posibilidades electorales de cada partido pues el perfil del candidato postulado al cargo edilicio tiene peso específico para inclinar la balanza. A partir de esta condición surgen las perspectivas para cada partido e incluso puede determinar si van o no en alianza. Ya sabemos que la alianza oficialista está definida, no así en la oposición donde difícilmente el PAN podría aliarse nuevamente con el PRI, y de Movimiento Ciudadano todavía menos porque “con el PRI ni a la esquina”. ¿Habrá alianza PAN-MC? Ese acomodo queda sujeta a las circunstancias y del cabildeo de sus respectivas dirigencias. Como se quiera ver, mientras la tripleta oficialista avanza con paso firme, desde la oposición no se avizoran muchas luces.
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