En su edición de ayer, Excelsior publicó información sobre el proceso por el cual el gobierno de Veracruz “cedió” el “armadillo” a la empresa Automotive Trucks S. A. de C.V. “que actualmente goza de proyectos de expansión y ventas con Latinoamérica”. “Veracruz ofertó territorio gratuitamente a una empresa originaria de China… mientras tanto, la región de Puente Nacional si bien creció en población, la pobreza continúa”. Ese tema de no menor importancia es propicio para reciclarlo en lo concerniente al ejercicio patrimonialista del poder. En este espacio hemos hecho referencia a este asunto, por su importancia consideramos de utilidad reciclarlo porque lamentablemente es una constante en este país el que los gobernantes se asuman como dueños del patrimonio público eventualmente bajo su encargo. Así ocurrió en el caso del Agrocentro Siglo XXI, mejor conocido como “El armadillo”, construido a un costo de 97 millones de pesos por el gobierno de Miguel Alemán Velasco, quien lo inauguró el 30 de septiembre de 2004, justo el día en que el Tribunal Electoral de Veracruz confirmó la victoria electoral de Herrera Beltrán, quien sería su sucesor en el gobierno.
Respecto del Agrocentro Siglo XXI, empezando su gobierno, Fidel Herrera anunció que ofrecería un espacio de esa construcción al Congreso Agrario Permanente y allí mismo serían ubicadas las oficinas de la Secretaría de la Reforma Agraria. Pasó el tiempo y nada se concretó, aunque el gobierno destinaba anualmente recursos para mantener ese “Armadillo”. Ya en la segunda mitad del “gobierno de la fidelidad”, en octubre de 2009 se escenificó todo un sainete de malos entendidos al publicarse que la LXI Legislatura estaba en espera de que el Ejecutivo solicitara su autorización para transferir en donación a empresarios chinos el terreno y edificio del “Armadillo”, para justificar el trámite se explicó que era una empresa dedicada a producir tractores e implementos agrícolas.
Ya se borró de la porosa memoria colectiva que en aquel affaire hubo acentuadas sospechas de acuerdos en lo oscurito para enajenar un bien público con propósitos de lucro, pues lo mismo se hablaba de una donación que de una venta a la empresa “Foton” por $200 millones de pesos. En el decreto publicado en la Gaceta Oficial de 21 de octubre de 2009 se autoriza al gobernador Herrera Beltrán a la donación de 17-12-46-05 hectáreas, incluido el Agrocentro Siglo XXI, a la empresa Automotive Trucks S.A. de C.V. Pese a que el coordinador de la bancada priísta en el Congreso local aseguraba que no era donación sino una venta, en su momento nada se supo sobre tal enmienda.
Después de diferendos retóricos entre el gobierno y los diputados de oposición sobre este asunto, en noviembre de 2009 el gobierno difundió la versión de que aquella operación se frustraba y atribuyó culpas a “los detractores” (legisladores de la oposición) de la idea de instalar la fábrica de tractores en el Agrocentro, porque ante los problemas la empresa se iba a Brasil. Lamentable, dijo, porque la estrategia de la armadora era ingresar al mercado estadounidense y canadiense esos tractores producidos en el estado de Veracruz; la inversión inicial-decía- iba a ser de 2 mil 500 millones de pesos creando 17 mil nuevos empleos. Por este sainete pudimos enterarnos de que la manutención del Agrocentro Siglo XXI costaba al erario estatal 380 mil pesos mensuales, o sea, 4 millones 560 mil pesos al año.
Finalmente, pese a la versión de que la empresa Foton Aumar ya estaba en Brasil, donde supuestamente el presidente Lula los había atendido de maravillas, seguramente por obra y gracia de la habilidad negociadora del gobierno veracruzano los empresarios chinos reactivaros sus gestiones para quedarse en Veracruz, en esa inercia, además de instalar la planta de tractores, ofrecieron crear un Centro de Investigaciones Agrícolas; y todavía más, en el colmo de la generosidad, instalarían una planta en el Parque Industrial Santa Rita, y de pilón la dadivosa empresa regalaría 2,000 tractores al Estado de Veracruz. ¡Cosa más linda caballero! Finalmente quedó la incógnita ¿Fue donación o venta? ¿Y los 2 mil tractores, quién los recibió? En la recalcitrante opacidad que prevalecía nada se supo, excepto que todo fue un cuento chino. |
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