Son constantes los llamados para que los aspirantes a la Presidencia de la República se bajen de la contienda y dejen solamente al que encabeza las preferencias de cada una de las alianzas.
¿Pero cómo hacerlo? Las encuestas que circulan son muy engañosas y sitúan a unos y otros arriba de sus adversarios, según sea el caso de quien las promueva. Cada casa encuestadora muestra sus preferencias y confunde más a los eventuales votantes.
En varias de ellas dadas a conocer esta semana, Marcelo aparece favorecido, en otras es Claudia y no falta la de Adán Augusto. Por el Frente la mayoría señala a Xóchitl adelante, pero hay otra que establece que Beatriz Paredes está a la cabeza.
Aunque la resistencia de los aspirantes no se debe tanto a eso, sino a que cada uno de ellos espera su recompensa y llegar hasta el final les puede significar un futuro más promisorio.
Nadie cree que Miguel Ángel Mancera, Ignacio Loyola, Silvano Aureoles o muchos más de los que aparentemente corren para obtener la nominación opositora lo consiga, pero sí que las senadurías, diputaciones federales o hasta candidaturas a alcaldías quedarán en manos de estos finalistas.
En el caso del partido gobernante, ni Ricardo Monreal y mucho menos Gerardo Fernández Noroña o Manuel Velasco piensa en la candidatura presidencial, pero si en la recompensa que vendrá. Aquí MORENA sabrá compensar con cargos de diputados y senadores a los que no consigan la nominación presidencial y en eso se incluyen Claudia, Adán Augusto y Marcelo.
Por eso no queda de otra más que esperar a que las cases encuestadoras elegidas por cada una de las alianzas difunda sus cifras, las que deberán ser bastante más apegadas a la realidad.
Sin embargo, en el caso del Frente Amplio por México, las cosas van más allá de las simples encuestas. El tres de septiembre habrá una votación para elegir de entre finalistas el nombre de la persona que llevará los colores de la alianza partidista formada por priistas, panistas y perredistas.
El Frente definió su mecánica consiste en diversos filtros, entre ellos uno de los principales reunir 150 mil firmas de ciudadanos que los avalen para sostener la siguiente eliminatoria.
La tramitología lleva a que los que alcancen las 150 mil firmas pasen a otra etapa y puedan seguir sumando adeptos, aunque las cifras ya no se contabilizarán a partir de ese número, sin embargo, los ciudadanos podrán seguir emitiendo su respaldo, ya que solamente los que se registren en este padrón serán los que podrán acudir a las urnas el 3 de septiembre y expresar libremente su preferencia que será la que defina la candidatura.
En el caso de la coalición MORENA, Verde, PT, las cosas serán de otra manera, ya que a finales de agosto se levantarán varias encuestas que decidan el nombre del abanderado o la abanderada presidencial y el siete de septiembre se conocerá el nombre de la persona ganadora.
La cuestión es que, en la misma semana, las dos grandes alianzas darán a conocer el nombre de quien suceda en la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador.
Y decimos que de ahí surgirá esa persona, porque MC dista mucho de ser competitivo a pesar de la tozudez de Dante Delgado y menos si resulta ser el nominado el dueño del equipo, de las gorras, de los uniformes, de los bates y de las pelotas.
Así que por un mes más veremos la danza de nombres recorrer el país en su búsqueda de la recompensa anhelada.
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