En un país democrático como es México, la existencia de partidos políticos es necesaria, para seguir marchando por el rumbo de las libertades, aunque pocos son los que subsisten por décadas y por el contrario, cada proceso electoral se ve desaparecer a varios de ellos.
Hay unos que son de efímera vida política y no pasan más allá de una elección y otros que con trabajos, rasguñando los votos se aferran y después de un corto período pasan a mejor vida.
Existen casos asombrosos que han permitido la existencia de un partido desahuciado en un proceso electoral como lo es el del Trabajo que, mediante una elección extraordinaria de un distrito federal pudo alcanzar el mínimo requerido para continuar vigente.
Otros como el Partido Humanista y Fuerza por México no consiguieron pasar la primera prueba y Encuentro Social perdió el registro y luego tuvo una segunda oportunidad como Encuentro Solidario para perderlo de nuevo.
Muchos otros partidos perdieron el registro y luego lo conservaron como son los casos del Verde Ecologista y el PT. No sucedió lo mismo con el Partido Demócrata Mexicana, mientras otro como el Partido Socialista de los Trabajadores mudó su nombre a Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y más tarde se convirtió en Partido Cardenista perdiendo el registro para siempre.
La explosión de partidos políticos se considera como un negocio productivo para algunos políticos vivales que construyen el sueño bajo el argumento de que quieren servir al pueblo y se quedan como máximos caciques de los mismos, sin mostrar esos signos de democracia que pregonan.
Eso permitió que en 2003 se presentaran un gran número de organismo políticos en el proceso electoral federal de ese año, haciendo crisis la mayoría de los nuevos partidos políticos. En esa ocasión perdieron el registro por no alcanzar el mínimo los siguientes partidos México Posible, Alianza Social, Fuerza Ciudadana, Sociedad Nacionalista, Liberal Mexicano.
Ya en 1997 ocurrió lo mismo con otros partidos, los mencionados Demócrata Mexicano, Fuerza Cardenista y el PPS, un partido de izquierda aliado siempre del PRI que cuando postuló su candidata presidencial Marcela Lombardo (hija del fundador del partido) perdió el registro para siempre.
En 2006, el Partido Socialdemócrata sobrevivió a la elección presidencial, para perder el registro tres años más tarde.
Algunos se preguntan si es necesaria la creación de nuevos partidos políticos y que cada tres años se presenten nuevas opciones que en realidad no lo son, ya que se trata de una extensión de los existentes o dan cabida a los tránsfugas de otros.
Y es que en México los partidos políticos son subvencionados por las autoridades electorales que asignan los recursos monetarios de acuerdo a los votos obtenidos y dan las facilidades para la nueva creación, aunque tienen que cumplir con el mínimo de tres por ciento del total de votos emitidos en la primera participación que tengan.
Del total de partidos con registro nacional, varios de ellos correrán el grave riesgo de pérdida del registro, dependiendo de la forma en que decidan su participación. El PT y el Verde van de la mano con el candidato que elija MORENA, mientras que el PRD forma parte del Frente Amplio por México que conjuntan PAN y PRI, con la posibilidad de no cumplir con el mínimo del tres por ciento de recolección de votos.
Movimiento Ciudadanos se cuece aparte, ya que consideran que ir solos les daría mayores frutos que ir en alguna de las dos alianzas, lo que otros catalogan como un grave error que lejos de darle un mayor número de votos, les podría significar la pérdida del registro.
Veremos el año próximo cuántos de ellos subsisten y cuáles se preparan para continuar con nuevo registro en 2027, tiempo de dar registro a otros partidos.
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