XALAPA.- La noche del sábado 10 de febrero, en el municipio de Martínez de la Torre, dos periodistas identificados como Norma Angélica Cortés, de MS Noticias; y Daniel Rivas, de Notimar, fueron brutalmente agredidos y detenidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) mientras cubrían una manifestación ciudadana. Los comunicadores realizaban la cobertura de una denuncia sobre la presunta detención arbitraria de un joven en el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) de la localidad. Un video difundido en redes sociales capturó el momento exacto en que los periodistas fueron agredidos por los elementos de la SSP, quienes les propinaron golpes y les arrebataron los teléfonos celulares con los que estaban transmitiendo en vivo. Posteriormente, los comunicadores desaparecieron, generando preocupación entre sus colegas y la comunidad periodística local. Esta represión no sólo se limitó a los periodistas, sino que también se extendió a los ciudadanos que se manifestaban en las afueras del C4, denunciando presuntos abusos de autoridad por parte de las fuerzas policiales. Estas manifestaciones son parte de una serie de protestas que han tenido lugar en la zona en los últimos meses, debido a diversas anomalías y arbitrariedades cometidas por los elementos de la SSP, como detenciones ilegales y cateos sin orden judicial. La detención arbitraria de los periodistas provocó una rápida intervención de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), que solicitó la liberación de los comunicadores y ofreció asesoría jurídica para proceder legalmente contra los responsables de su agresión. Si bien los periodistas fueron puestos en libertad, presentaban múltiples golpes y les fueron robados sus equipos de trabajo. Este lamentable episodio evidencia una vez más el grave deterioro de la libertad de prensa en Veracruz, y la constante vulneración de los derechos fundamentales de los periodistas que son perseguidos por el gobierno autoritario de Cuitláhuac García. La represión y los ataques contra los comunicadores son una afrenta a la democracia y un atentado contra la sociedad en su conjunto. Es imperativo que se garantice la seguridad y el respeto a la labor periodística en el estado, pero esto no podrá ocurrir hasta que Morena no abandone Palacio de Gobierno.
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