Delta ataca Australia con furia: confinan Sidney y otras regiones. | ||||||
Australia, donde las autoridades vinculan los rebrotes a las repatriaciones procedentes del extranjero, acumula alrededor de 30 mil 500 contagios, que incluyen 910 fallecidos, y ha vacunado a más de seis millones de personas, de los cuales 1.2 millones tiene el esquema completo. | ||||||
Lunes 28 de Junio de 2021 | ||||||
Por: EFE | ||||||
Desde el estallido de la segunda ola en Australia de mediados de 2020, que fue provocado por fallos en los protocolos de seguridad de los centros de cuarentena en la ciudad de Melbourne, el país oceánico, que ha sido reconocido por su buena gestión de la pandemia, no había afrontado una situación de tal gravedad. “Es un momento crítico”, dijo el Ministro del Tesoro, Josh Frydenberg, en una entrevista este lunes con la cadena pública ABC antes de la reunión de emergencia del comité de respuesta a la COVID-19, que entre el domingo y el lunes suma unas 60 infecciones comunitarias en todo el país. El brote detectado a mediados de mes en Sidney, la ciudad más poblada del país y confinada junto a sus zonas aledañas hasta el 9 de julio, supone “una nueva fase de la pandemia”, según dijo Frydenberg, al referirse a esta crisis provocada por la variante “más contagiosa y peligrosa”. DE SIDNEY AL RESTO DEL PAÍS El brote de la variante delta de Sidney, que se detectó a mediados de este mes en un conductor de una limusina que transportó a miembros de la tripulación de un vuelo internacional, acumula unas 130 infecciones en esa urbe, y afecta a los estados de Nueva Gales del Sur, Queensland, Australia Occidental y el Territorio Norte. La Jefa de Gobierno de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, alertó este lunes a periodistas en Sidney tras reportar las 18 nuevas infecciones locales, 15 de ellas vinculadas al conductor, que “tenemos que estar preparados para que los números oscilen y para que se incrementen considerablemente”. El virus también ha llegado a la ciudad de Perth, en donde se detectó desde el domingo dos casos positivos vinculados al brote de Sidney, lo que obligó al Gobierno de Australia Occidental a imponer este lunes un confinamiento en Pell y en la región de Peel. La detección de casos con la variante delta en una mina del Territorio Norte hicieron que esta jurisdicción, que acumula siete infecciones, amplíe el confinamiento de Darwin y sus zonas aledañas hasta el viernes próximo, tres días más de lo anunciado la víspera. El estado de Queensland también reportó un caso con la variante delta en una trabajadora minera que se desplazó por la turística Sunshine Coast, lo que obligó a las autoridades a endurecer las medidas contra la COVID-19 y sopesar la posibilidad de un nuevo confinamiento. UNA BESTIA DISTINTA Para el Vicepresidente de la Asociación Médica Australiana, Chris Moy, la variante delta “le ha ganado a los rastreadores de contactos de Nueva Gales del Sur y la dependencia en ellos, así como la demora (en el confinamiento) por algunos días ha provocado que se propague en el país”, según dijo anoche al diario Sydney Morning Herald. “Es una bestia distinta. Uno tiene que ir fuerte contra ella, realmente esa será nuestra mejor oportunidad”, recomendó el médico al comentar esta crisis que ha desatado críticas por la lentitud en la orden del confinamiento, el programa de vacunas y las estrategias de cuarentenas de los viajeros internacionales. Los otros estados y territorios de Australia, en donde no se han reportado casos de COVID-19 en los últimos días, limitaron los desplazamientos a sus jurisdicciones desde las regiones afectadas por el virus para evitar los contagios. Además, Nueva Zelanda suspendió hasta al menos el martes su burbuja de viajes libre de cuarentena con Australia, país que perderá al menos unos mil 500 millones de dólares (mil 271 millones de euros) por las dos semanas de confinamiento en Sidney. Australia, cuyas autoridades vinculan todos los rebrotes a las repatriaciones procedentes del extranjero, acumula unos 30 mil 500 contagios, que incluyen 910 fallecidos, y ha vacunado a más de seis millones de pobladores, de los cuales 1.2 millones tiene la pauta completa. Un estudio gubernamental publicado este lunes indica que Australia sufrirá los efectos económicos y demográficos de la pandemia al menos unos 40 años, a raíz de “la desaceleración del crecimiento de la población” influenciado, entre otras causas, por el envejecimiento poblacional y la baja tasa de natalidad que se ha exacerbado durante la COVID-19. |
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