El derecho a la educación para menores migrantes está reconocido, pero falta garantizarlo: Acnur y Save the Children
MEMORANDUM 3.- Los niños y adolescentes refugiados, solicitantes de asilo y forzosamente desplazados en México, han visto una “interrupción abrupta” en sus procesos educativos, lo que pone en riesgo su permanencia escolar, desarrollo integral y su futuro en el mundo laboral, advirtieren la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la organización Save the Children. Ambas instancias, realizaron una evaluación que aplicaron a 433 infantes de entre 4 y 18 años de edad, procedentes de 15 países de Centroamérica, América Latina, Haití y México. El ejercicio arrojó que las niñas y niños se desempeñan bien en las tareas básicas y desarrollo socioemocional, pero esto cambia cuando las tareas son más exigentes y en la adolescencia el aprendizaje “se estanca”, lo que evidencia un “alto riesgo” de exclusión de la educación formal, alertaron. En el ámbito de las matemáticas, únicamente 27 por ciento de los adolescentes (14 a 18 años) domina operaciones básicas, y el 90 por ciento no logra recordar e invertir cuatro o más elementos, lo cual “afecta su autonomía, su forma de aprendizaje y toma de decisiones”. Además, sólo 60 por ciento de los adolescentes logra una comprensión lectora de un texto, y apenas 42 por ciento demostraron niveles altos de empatía, una de las principales competencias del aprendizaje socioemocional. La investigación, que mide por primera vez el estado del aprendizaje básico y desarrollo socioemocional, fue realizado en albergues, escuelas y visitas domiciliarias, en entidades como Tapachula, Chiapas; Monterrey, Nuevo León, y Tijuana, Baja California, ciudades seleccionadas por ser puntos de entrada o destino de personas forzadas a huir, puntualizó Mariana Echandi, oficial nacional de Soluciones Duraderas en Acnur México. En nuestro país, más de 140 mil solicitudes de asilo fueron presentadas en 2023, de las cuales 24 por ciento eran de infancias y adolescencias. En conferencia de prensa, Fátima Andraca, directora de Respuesta Humanitaria en Save the Children, señala que miles de niñas, niños y adolescentes enfrentan a diario procesos difíciles de cumplir, discriminación, falta de cupo y una oferta educativa que no siempre se adapta a su realidad. “Las niñas, niños y adolescentes tienen potencial de aprendizaje en todas las competencias, pero observamos que sus trayectorias educativas están profundamente interrumpidas; la falta de acceso sostenido a la escuela afecta su desarrollo integral y ese impacto se agudiza durante la adolescencia”, destaca. Menciona que aunque el derecho a la educación está reconocido en la legislación mexicana y en tratados internacionales sin importar el estatus migratorio, “lo que hace falta es garantizarlo”, agrega. Paola Rivera, responsable de Proyectos de la organización, advirtió que la migración y desplazamiento forzado tienen un impacto socio emocional en las infancias, no solo por el propio tránsito, sino por temas de “duelo, de pérdida o cambio en el entorno y en su desarrollo”, además de las condiciones previas que sufrían en sus lugares de origen. Recalcaron que las niñas, niños y adolescentes en situación de desplazamiento forzado en México siguen enfrentando barreras institucionales, lingüísticas y socioeconómicas para la inscripción escolar y la continuidad del aprendizaje. Por ello, junto con la Acnur, realizaron en 2024 esta evaluación para medir el estado del aprendizaje básico y desarrollo socioemocional de esta población en condición de vulnerabilidad.