Así como un día a Lisa Simpson le indicaban lo que debía preguntar al señor Burns 
 –cuando quería ser gobernador– me imagino que, de la misma manera, si yo tuviera 
 la oportunidad de hablar con el senador Ricardo Ahued, le preguntaría: 
 «Señor Ricardo Ahued: su campaña parece llevar la velocidad de un tren fuera de 
 control, ¿por qué es tan popular?» 
 Teniendo en cuenta que la noticia local del fin de semana fue que por fin accedió a 
 ser precandidato de Morena en búsqueda de la alcaldía por la capital del Estado, 
 valdría la pena conocer su opinión personalísima al respecto. 
 Y es que tal parece que algunos analistas, y algún que otro queda-bien, eso nos 
 han hecho creer. Que ya no hay nada que hacer; que la competencia no ha 
 empezado pero ya está terminada. 
 Algunos hechos: 
 -Es innegable la popularidad y la buena imagen que ostenta entre los xalapeños. 
 Se le recuerda por haber sido un buen alcalde –de extracción priista– y, sobre todo, 
 por no ser un político tradicional. 
 -Es la mejor carta a la que Morena podría aspirar en su intento por retener la capital 
 del Estado. Repiten la fórmula que se puede observar, por ejemplo, en Nuevo León, 
 con Clara Luz Flores. Un perfil con buena aceptación y que permita distraer a los 
 votantes de las siglas que los abanderan. 
 Por lo tanto, es pertinente cuestionarse: ¿existe realmente el anti Morenismo?, 
 ¿habrá voto de castigo? Y si sí, ¿será factor determinante? Y es que si uno escapa 
 de la burbuja de las redes sociales por un rato, y camina un poco por la ciudad de 
 Xalapa, es muy posible que la respuesta a las anteriores preguntas sea un sí 
 contundente. 
 Cuando uno visita algunas de las colonias populares de la ciudad, una de las 
 sensaciones más comunes que expresa la gente es la decepción. Para nadie es un 
 secreto que la ciudadanía se cansó del grupo tradicional que gobernaba y, gracias 
 a la maquinaría obradorista del 2018, votó en homologación por MORENA. Pero 
 estos no han resultado mejores como prometían; si acaso han demostrado evidente 
 incompetencia para gobernar. Utilizan las mismas prácticas de chantaje electoral 
 que utilizaban algunos otros: prometen beneficios, mismos que se traducen en 
 subsidios, programas sociales y obra a sus colonias- a cambio de votos; pero estos  
 son prepotentes, advenedizos e incapaces. No resuelven nada, no dan respuesta y 
 mientras algunos de sus más jóvenes funcionarios le juegan a ser políticos, la 
 ciudad se les cae a pedazos. 
 Por lo mismo, cada vez es más frecuente escuchar la frase: «hay que sacarlos.» Y 
 me parece que el mejor camino para hacerlo es través de la alianza que encabezan 
 el PRI/PRD; y, si se dejan de chantajes, el PAN. Esta semana que empieza será 
 definitiva. 
 Honestamente me gustaría saber, como lo planteaba en un principio, si Ricardo 
 Ahued también piensa que no tiene competencia y ya tiene ganada la elección, 
 teniendo en cuenta todo lo que conlleva su partido. Las condiciones, respecto al 
 2018, rápidamente han cambiado en perjuicio del Movimiento de Regeneración 
 Nacional. ¿Qué pueden prometer y qué pueden mejorar respecto a lo que hay? 
 Evidentemente, hace falta dar un giro de 180º para reconducir la destrucción masiva 
 que MORENA al parecer se ha propuesto llevar a cabo en todo el país, pero 
 ¿Ricardo Ahued se atreverá a señalarlo? Yo, lo dudo. 
 Comentarios: 
 alejandro.bustos19@hotmail.com 
 Twitter: @alecbustos                                          | 
                                                 
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