Trabajan en la restauración de los s ríos contaminado: el Atoyac, el Tula y el Lerma-Santiago
MEMORANDUM 2.-
El 64 por ciento de los suelos en México presentan algún grado de degradación, 12 por ciento de ellos van de severos a extremos, revela la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, por ello, destacó la creación de las alianzas estratégicas para el emprendimiento de soluciones integrales, debido a que el cambio climático, la abusiva actividad humana y su mal manejo aceleran este tipo de afectaciones. Al conmemorar el Día Nacional del Suelo, Bárcena señala que “la erosión y una inadecuada gestión de los suelos altera el equilibrio natural de la tierra, desaprovecha nuestros recursos hídricos y se está entonces reduciendo el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos que producimos”. Sobre los Distritos de Riego, que hay 86 en el país, Bárcena detalla que 20 por ciento de la superficie presenta problemas de salinidad, un proceso que se incrementa por “los devastadores efectos del cambio climático”. Ante ello, asegura que trabaja la mano con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, para impulsar la restauración de los contaminados ríos: el Atoyac, el Tula y el Lerma-Santiago. En un video, la funcionaria comenta: “Nuestro planeta depende de nuestro vínculo con el suelo, que sea rico y sano, porque más de 95 por ciento de nuestros alimentos y 15 de los 18 elementos químicos básicos esenciales para vegetación proceden es esta superficie”. Lina Pohl Alfaro, representante de la FAO en México, resalta que a nivel global mil 600 millones de hectáreas están degradadas, y más de 60 por ciento de estos años ocurrieron en tierras agrícolas o de pastoreo. Destaca la importancia de su cuidado y buen manejo, porque en términos de restauración se necesitan hasta mil años para producir entre dos o tres centímetros de suelo. Durante su participación, Julio Berdegué Sacristán, titular de la Sader, destaca que, a través de la tierra, México busca alcanzar una soberanía alimentaria, y esto implica “el cuidado de la base que permite la producción suficiente” de los agroalimentos.