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XALAPA.- Como ya se había advertido, los aranceles del 25 por ciento impuestos por el presidente de EU, Donald Trump, a los vehículos importados, ya están provocando temblores en la industria automotriz, impulsando a las empresas a dejar de enviar automóviles a Estados Unidos, a la paralización de la producción en Canadá y México, así como despidos de trabajadores en Michigan y otros estados, según The New York Times en un primer balance sobre el impacto de la guerra comercial emprendida por el mandatario proteccionista. Jaguar Land Rover, con sede en el Reino Unido, anunció el cese temporal de la exportación de sus autos de lujo a Estados Unidos. Audi, la división de lujo de Volkswagen, también detuvo las exportaciones de automóviles a Estados Unidos desde Europa y les dijo a los concesionarios que vendieran lo que aún tenían en sus lotes. Por su parte, la multinacional Stellantis suspendió la actividad de las fábricas de vehículos Chrysler y Jeep en Canadá y México, y despidió a 900 trabajadores estadounidenses que abastecen a dichas fábricas con motores y otras piezas. La aplicación del nuevo arancel a los automóviles importados podría incrementar su costo para los consumidores en miles de dólares, lo que reduciría drásticamente la demanda de estos vehículos. Para algunos modelos de Jaguar, Land Rover o Audi, los aranceles podrían superar los 20 mil dólares por vehículo. En la publicación alerta que si otras compañías dejan de vender ciertos modelos a los estadounidenses, los consumidores tendrán menos vehículos para elegir y los fabricantes de automóviles restantes tendrán más margen para aumentar los precios. Hasta el momento, los aranceles no han provocado aumentos generalizados de los precios de los vehículos nuevos. Hyundai Motor anunció la semana pasada que no aumentaría el precio de los vehículos Hyundai y Genesis hasta el 2 de junio. Sin embargo, los concesionarios pueden subir los precios incluso si un fabricante se compromete a no hacerlo.
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