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Xalapa, Ver.-
Este lunes el vicecoordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, presentará una reserva en la Comisión de Puntos Constitucionales, para que la prohibición del nepotismo electoral entre en vigor en 2027, como propuso la presidenta Claudia Sheinbaum, y no en 2030 como lo modificó el Senado. En entrevista con La Jornada expresó: “Espero que haya un voto por unanimidad en favor de la reserva. Nadie en Morena puede sentirse orgulloso de su nepotismo, como lo proclamó uno de los peores presidentes de la historia de México, José López Portillo. Calígula nombró cónsul a su caballo Incitatus en una ofensa al Senado y a la República romana. Nosotros no podemos llegar a esos extremos”. Ramírez Cuéllar indicó a que la elección de 2027 será de gran trascendencia, porque se renovará la totalidad de la Cámara de Diputados, 17 gubernaturas, casi mil 500 municipios y prácticamente todos los congresos estatales, así como la mitad de los integrantes del Poder Judicial de la Federación y el cambio de poderes judiciales locales. “Y sería muy justo, correcto y oportuno que esa elección estuviera circunscrita en un cambio de mentalidad y en una nueva conducta política que erradique el nepotismo”, dijo. El legislador confió que los grupos parlamentarios en la Comisión de Puntos Constitucionales acepte regresar la reforma a la temporalidad planteada por la presidenta Claudia Sheinbaum o se admita un parlamento abierto donde se discuta la conveniencia de frenar elección de personas por lazos familiares. “Podremos lograr por unanimidad este cambio constitucional y apoyar a la presidenta, porque su proyecto plantea la no reelección a partir de 2030, pero en el caso específico del nepotismo que entre en vigor en 2027. No tiene dedicatoria personal ni mucho menos partidaria”, expuso. Asimismo, en la reserva que se presentará este lunes -pues el proyecto de dictamen que circuló la comisión que preside Leonel Godoy acepta los cambios del Senado-, Ramírez Cuéllar resaltó: “permitir que la práctica de nepotismo electoral continúe hasta 2030 significa conceder seis años más de ventaja indebida a familias con poder político, afectando la legitimidad de las elecciones y perpetuando redes de influencia en los cargos de elección popular, lo cual debilita a las instituciones”. Ante ese panorama señaló que la urgencia de combatir la práctica de heredar cargos a familiares, incluso directos,
En los argumentos de su reserva, Ramírez Cuéllar insistió que, como práctica en los partidos, “el nepotismo distorsiona la equidad en los comicios al perpetuar redes familiares de poder. Así como la no reelección presidencial y a diversos cargos es un principio fundamental para impedir la consolidación de cacicazgos políticos, la prohibición del nepotismo también es un paso necesario para garantizar que el acceso a los cargos públicos no dependa de lazos de sangre, matrimonio o amistad, sino del mérito y la voluntad popular”. En conclusión, indicó, “retrasar hasta 2030 la entrada en vigor de una medida que combata ese fenómeno podría interpretarse como un beneficio a quienes buscan perpetuar prácticas contrarias a la equidad democrática”.
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