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Xalapa, Ver.-
El pasado 25 de diciembre de 2024 un grupo de astrónomos observó un objeto que se alejaba de la Tierra: una roca de entre 40 y 100 metros de largo a la que llamaron 2024 YR4. Durante las semanas siguientes, emplearon simuladores para identificar las posibles órbitas futuras. Ahora, basados en la información más actualizada, afirman que existen 1.3 por ciento de probabilidades de que este asteroide impacte en algún lugar de la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Sin embargo, no es una situación para alarmarse asegura David Rankin, de la Universidad de Arizona, quien se dedica a identificar cometas y asteroides. Las probabilidades actuales de que el objeto impacte contra la Tierra pueden parecer aterradoras, y por supuesto que un asteroide de este tamaño podría causar daños. Si chocara contra una ciudad, los daños no serían nada parecidos a una extinción masiva, pero el daño a la propia ciudad sería catastrófico. Lo cierto es que una probabilidad de 1.3 por ciento de que impacte también es una probabilidad de 98.7 por ciento de que no lo haga. “No es un número que quieras ignorar, pero tampoco es un número que te quite el sueño”, explica Rankin. Además, las probabilidades pueden disminuir con el tiempo, a medida que los astrónomos recopilen nuevos datos sobre el objeto. Por ahora, según los expertos, hay motivos para conservar la calma. El asteroide ha sido avistado varios años antes de su choque con la Tierra, y eso es bueno. “Los sistemas internacionales que estamos poniendo en marcha para encontrar, rastrear y caracterizar asteroides y cometas peligrosos (y, llegado el caso, mitigar su impacto) están funcionando según lo previsto”, indicó Andy Rivkin, astrónomo e investigador de defensa planetaria del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins de Maryland. “La posibilidad de que 2024 YR4 impacte en 2032 se identificó justo después del descubrimiento”, comentó Davide Farnocchia, ingeniero de navegación del centro de la NASA. Pero como solo se tenían unas cuantas observaciones, las incertidumbres de la predicción para 2032 eran muy grandes en un principio. A medida que el número de observaciones llegó a los cientos, “la probabilidad de impacto fue aumentando gradualmente durante el último mes y ahora ya rebasó el uno por ciento, un umbral importante”, aclaró. 2024 YR4 se sitúa actualmente en 3: un encuentro cercano, a menos de una década de distancia, que merece la atención de los astrónomos, con una probabilidad por lo menos del uno por ciento de una colisión capaz de causar destrucción localizada.
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