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XALAPA.- En México, sólo 6 por ciento del pavo que se consume es criado en territorio nacional, el resto proviene de Estados Unidos, Brasil, Chile y Canadá, señala el coordinador del Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Avícola de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Jorge Miguel Iriarte. Por ello, la ingesta de esta ave por persona al año es apenas de 1.25 kilogramos, mientras en el mismo periodo ingiere un promedio de 33 kilos de pollo, según datos de la Unión Nacional de Avicultores, lo cual demuestra que los mexicanos sólo comen pavo en época de Nochebuena. Es una carne magra y de fácil digestión, cualidades que lo convierten en una recomendación frecuente de los nutriólogos. Su bajo contenido de grasa, alto aporte proteico y reducido nivel calórico, lo hacen ideal para una dieta equilibrada y saludable, destacó el especialista de la universidad nacional. Sin embargo, el problema es que el precio no es accesible para la población en general y por ello es difícil que su consumo sea más frecuente, ya que el kilo de pavo cuesta alrededor de 150 pesos y el de pechuga cerca de 110 pesos, los cuales son factores que se suman a que en los últimos años hubo escasez para su crianza, a causa de la presencia de la gripe aviar en Estados Unidos. El pavo nacional se produce en pocas entidades: Yucatán es el principal productor, le siguen Puebla, estado de México, Veracruz y Tabasco, donde es más recurrente la ingesta de pavo y eso eleva el consumo per cápita en el país; de lo contrario, sería todavía menor.
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