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XALAPA.- La Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, asegura que México no está de acuerdo con una invasión ni en una presencia de agentes de Estados Unidos en territorio nacional, para combatir a narcotraficantes. En la conferencia de prensa mañanera, fue cuestionada respecto a versiones de que el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump planea utilizar agentes en nuestro país para combatir a narcotraficantes. Expresó: “No estamos de acuerdo en una invasión ni en una presencia de este tipo. Incluso con el presidente Andrés Manuel López Obrador hubo mucho más control de agencias estadounidenses en México, lo cual se va a mantener, por eso es importante que nuestro gabinete de seguridad tome en el momento oportuno coordinación con el asesor de seguridad del presidente Trump para poder hablar de esos temas que es importante que siempre haya coordinación”. En este mismo sentido, refirió nuevamente que durante la conversación telefónica que sostuvo con el presidente electo Donald Trump, ella le explicó las tareas del gabinete de seguridad, e incluso le habló del secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch y de quienes están al mando del Ejército y la Marina. Asimismo, le habló de la coordinación que se ha logrado en el país, e incluso, le planteó, que con respeto a la soberanía de cada uno de los dos países “sería muy importante que compartiéramos información que hubiera labores de inteligencia e investigación respetando nuestras soberanías y que en eso podíamos colaborar de manera importante y en otros temas y él estuvo de acuerdo”. En este mismo sentido, mencionó, como en su momento lo hizo, que el presidente electo estadunidense, le había comentado respecto de la crisis del fentanilo que se registra en aquel país, por el consumo, con cifras que llegan a los 100 mil jóvenes que mueren al año. El pasado viernes, trascendió en la revista Rolling Stone la intención del próximo mandatario estadounidense de buscar una “invasión suave” a México para combatir a los cárteles de drogas en el país. Según los datos recopilados, la estrategia se enfocaría en integrar operaciones encubiertas limitadas, como el despliegue de fuerzas especiales para eliminar a los líderes de los cárteles, además de ataques con drones o aviones a laboratorios e infraestructura de los cárteles, envíos de asesores y entrenadores militares estadounidenses a México.
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