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XALAPA.- Con base en el Informe Planeta Vivo, un estudio exhaustivo sobre las tendencias en biodiversidad global y la salud del planeta, hay una disminución catastrófica de 73% en el tamaño promedio de las poblaciones de vida silvestre examinadas durante solo 50 años (1970-2020). “Las crisis interrelacionadas de pérdida de la naturaleza y cambio climático están llevando a la vida silvestre y a los ecosistemas más allá de sus límites, con peligrosos puntos de inflexión globales que amenazan con dañar los sistemas de soporte vital de la Tierra y desestabilizar las sociedades”, destaca el informe. El documento presentado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), advierte que el descenso en las poblaciones de vida silvestre actúa como indicador temprano de un creciente riesgo de extinción y la posible pérdida de ecosistemas saludables. Las tendencias varían según las regiones debido a los diferentes tipos y niveles de presión ejercida sobre la naturaleza en el último medio siglo. Sin embargo, afirma que los descensos más pronunciados se observan en América Latina y el Caribe, África, Asia y el Pacífico. En Europa y América del Norte, los impactos a gran escala sobre la naturaleza ya eran evidentes antes del inicio del índice en 1970, lo que explica en parte por qué hay una tendencia negativa menor. "Cuando los ecosistemas pierden resiliencia, son más susceptibles a perturbaciones adicionales”, en este sentido, el informe examina cómo las crisis duales de pérdida de la naturaleza y cambio climático están acercando al planeta a puntos de inflexión peligrosos e irreversibles. Cita el caso de la selva amazónica, que alberga más de 10% de la biodiversidad terrestre de la Tierra, almacena entre 250 y 300 mil millones de toneladas de carbono y es hogar de más de 47 millones de personas. A medida que el cambio climático y la deforestación llevan a una reducción de las precipitaciones, se podría alcanzar un punto de inflexión en el que las condiciones ambientales en gran parte del bioma amazónico se vuelven inadecuadas para los bosques tropicales, lo que desencadenaría un cambio irreversible. “Aún no hemos llegado al punto de no retorno. Las decisiones y acciones tomadas en los próximos 5 años serán cruciales para el futuro de la vida en la Tierra. El poder –y la oportunidad– están en nuestras manos para cambiar la trayectoria. Podemos restaurar nuestro planeta vivo si actuamos ahora”, destacó Kirsten Schuijt, directora general de WWF. En consecuencia, el Informe Planeta Vivo subraya la urgencia de cumplir con los objetivos mundiales sobre naturaleza, clima y desarrollo sostenible para 2030. Con el fin de lograrlo, presenta soluciones para transformar la conservación y los sistemas de energía, alimentos y finanzas de manera justa e inclusiva. El Índice Planeta Vivo global 2024 muestra una disminución promedio de 73% en las poblaciones de vertebrados vigilados. Refleja el cambio proporcional promedio en el tamaño de las poblaciones de animales rastreadas durante 50 años, no el número de animales individuales o el de poblaciones perdidas. En este contexto, la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés), que administra el Índice Planeta Vivo, rastrea las poblaciones de animales y analiza cómo ha cambiado su tamaño desde 1970 hasta 2020. En particular, incluye casi 35 mil tendencias poblacionales y 5 mil 495 especies de vertebrados (anfibios, aves, peces, mamíferos y reptiles). Éste y otros indicadores similares muestran que la naturaleza está disminuyendo a un ritmo alarmante. Las poblaciones de agua dulce han sufrido las mayores disminuciones, seguidas por las poblaciones terrestres y marinas, lo que refleja la creciente presión sobre los hábitats y especies de agua dulce; por ejemplo, los peces de agua dulce a menudo se ven amenazados por presas y otras alteraciones en su hábitat que pueden bloquear las rutas de migración.
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