XALAPA.- A pesar de que la carretera estatal Córdoba-Paso del Macho cumplió 24 horas bloqueada a la altura del municipio de Amatlán, por parte de un grupo de manifestantes que exigen agua potable, el alcalde morenista, Luis Arturo Figueroa Vargas, con la misma soberbia y arrogancia que caracteriza a los funcionarios estatales de Morena, se ha negado a dialogar con el grupo de manifestantes quienes desde la tarde del miércoles cerraron el paso vehicular de la carretera como presión por la falta del vital líquido en sus hogares. Y en tanto el alcalde se niega a dialogar con los manifestantes, los pobladores de las comunidades de Paraje Nuevo, Río Seco, Torrecillas, Cacahuatal, Gardenias, La Concha, entre otros, advirtieron que no se moverán hasta que se presente el presidente municipal y les dé una solución satisfactoria. Denunciaron que, desde hace más de cinco meses, han sufrido de la falta de agua potable en sus hogares, y aunque han pedido una explicación, las autoridades municipales sólo se han limitado a señalar que el manantial está seco. “Nos echan agua por ratos y a cuentagotas, lo que pedimos es que venga el alcalde, nos diga qué va a hacer para garantizarnos el agua, no que nos dé atole con el dedo”, afirmaron los enardecidos pobladores. En lugar del alcalde, al sitio arribó la regidora segunda, Jazmín del Rosario Ramos Rojas, quien dialogó con los manifestantes y les ofreció pipas, sin embargo, la oferta fue rechazada pues los agraviados demandan que la solución sea algo permanente. Mientras tanto, decenas de transportistas se encuentran varados, lo que afecta la economía de los comercios de la zona. Así las cosas con los eficientes servidores públicos del Gobierno del Estado y del municipio de Amatlán.
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