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Xalapa, Ver.-
El campo se encuentra “por la calle de la amargura”, debido al limitado de programas claves para el apoyo al junto con los devastadores efectos del cambio climático, cada vez se merma más la producción de alimentos en México, al grado de que para este 2025, especialistas prevén que se obtengan las peores cosechas en los pasados siete años, con niveles de emergencia en granos, especialmente los que son históricamente más consumidos por los mexicanos. En 2022, de acuerdo con datos del Banco de México, la generación de productos agropecuarios alcanzó un nivel sin precedente de 294 millones de toneladas métricas; sin embargo, para 2023 cayó a 293 millones y para 2024 a 281.5 millones de toneladas. Para este año, el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) prevé que baje a 280.3 millones, el peor nivel desde las 279 millones de toneladas de 2018. Tomás Edelman, importante productor de la zona del Soconusco, en Chiapas, señala que el campo mexicano atraviesa por uno de sus peores momentos de la historia, provocado, sí, por sequías y lluvias extremas, pero también por el "olvido del campo" a lo largo de décadas, al extinguir diversos apoyos gubernamentales, nulo acceso al crédito de la banca comercial y un marcado aumento de la violencia, con casos de extorsión a productores. "En general siento que la economía agrícola del país está por la calle de la amargura", lamentó el dueño de Finca Hamburgo, en Chiapas, uno de los principales productores de café de especialidad en México. En 2024, el país pasó del noveno al décimo lugar entre los mayores productores de agroalimentos del mundo, y para este año el panorama no es adelantador, toda vez que se anticipa el tercer año consecutivo con caída en la producción. Juan Carlos Anaya, director del GCMA, remarca que el campo enfrenta retrocesos importantes en sectores claves como granos, hortofrutícola y agroindustrial, afectados principalmente por la sequía, inseguridad y políticas ineficaces. "Esta situación subraya la necesidad de estrategias integrales que den prioridad a la seguridad alimentaria, la inversión, la adaptación al cambio climático y la sustentabilidad". Los buenos precios de mercado han evitado que la producción de alimentos de México pierda valor, dado que, por ejemplo, en 2024 cerró en 100 mil 500 millones de dólares, un aumento de 15 por ciento anual pese a la caída en el volumen, No obstante, se prevé que eso termine este año, dado que se estima una caída de 8.5 por ciento a 92 mil 100 millones de dólares. La mayor preocupación recae en el maíz, cuya producción en 2024 fue la peor en una década, y para este 2025 se estima caiga otro 5.6 por ciento, para ubicarse en 21.7 millones de toneladas. Como resultado, el país tendrá que importar, principalmente de Estados Unidos, un récord de 25.8 millones de toneladas, en su mayoría amarillo y transgénico. Por el lado de la producción pecuaria, se prevé que se mantenga estancada en 25 millones de toneladas, mientras la agroindustria subirá levemente de 52.4 a 53.1 millones de toneladas, impulsada principalmente por las ventas de cerveza y tequila. La baja producción no es casualidad, señala Edelman, dado que en los años recientes se han eliminado alrededor de 16 programas que ayudaban a los productores; en tanto que la creación de Sembrando Vida no es suficiente, dado que es un programa que sólo apoya a los microproductores, dejando desamparados a millones de pequeños y medianos.
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