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Cortesia.
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Xalapa, Ver.- De acuerdo con investigadores de la Universidad Veracruzana, entre 2023 y lo que va de 2025, se han presentado 28 expedientes ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) para la instalación de granjas avícolas en Veracruz. Las solicitudes incluyen municipios como Papantla, Tierra Blanca, Tihuatlán, Nautla, Tuxpan, Alto Lucero, Úrsulo Galván, Actopan, Tres Valles, Manlio Fabio Altamirano, Coatepec y Alvarado. Lo anterior, a pesar de que la operación de estas granjas requiere millones de litros de agua anualmente, un recurso escaso en diversas regiones del estado, advierten activistas e investigadores. En ese tenor, Beatriz Torres Beristáin, investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV) e integrante de la Contraloría Nacional Autónoma del Agua, alertó sobre el impacto ambiental de estos centros avícolas. Explicó que la actividad pecuaria demanda grandes volúmenes del recurso hídrico y, en algunos casos, puede agotar las fuentes locales. Además, advierte que los residuos pueden contaminar el suelo y cuerpos acuíferos si no se manejan adecuadamente. “Usan mucha agua, pero también provocan desechos líquidos, y el problema es que, en muchos casos, no se tratan correctamente”, refirió Torres Beristáin. Señaló que el impacto se agrava debido a la producción masiva, cuyo objetivo es reducir costos, modelo que requiere de instalaciones de gran tamaño que afectan la calidad de vida de las comunidades cercanas. “El hacinamiento de animales provoca olores insoportables, especialmente en zonas de altas temperaturas”, agregó la especialista. Torres Beristáin también advirtió sobre la presencia de nitratos en los desechos pecuarios, los cuales, en exceso, se convierten en contaminantes ambientales. “Las comunidades cercanas sufren las consecuencias, mientras que los beneficios económicos son mínimos y se concentran en pocos actores. Vivir cerca de un río contaminado o en una zona con escasez de agua es devastador”, destacó. Uno de los proyectos más controversiales es el de una granja avícola en La Mancha, Actopan, que contempla la construcción de 11 naves de producción cerca del arroyo El Coyolito. Este afluente desemboca en la laguna de La Mancha y en el Golfo de México. Los habitantes de la zona han denunciado que el proyecto demandaría 21 millones de litros de agua anuales y pondrían en riesgo la calidad de ríos cercanos. Consideran que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) minimiza la presencia de ecosistemas clave y cuerpos de agua interconectados. Al respecto, Torres Beristáin destacó que la principal preocupación es el manejo de las aguas residuales. “La pregunta es: ¿dónde van a descargar el agua contaminada? Además, estamos en una zona de escasez hídrica y altas temperaturas. Con el cambio climático, no podemos asumir que el acceso al agua seguirá siendo el mismo”. En el mismo sentido, destacó la necesidad de proteger los mantos acuíferos, ya que muchas granjas avícolas han provocado contaminación en otras regiones. “Si la comunidad no quiere el proyecto, hay que respetar su decisión y su conocimiento sobre el territorio”, afirmó. Por su parte, Antonio Diderot Moreno Herrera, integrante de la organización Guardianes del Agua, aseguró que no hay un seguimiento efectivo tras la entrega de concesiones. “No se estudia adecuadamente el impacto ambiental ni se supervisa si las empresas cumplen con la normativa para evitar el estrés hídrico y la sobreexplotación de los cuerpos de agua”. Refirió que muchas empresas eluden regulaciones para obtener permisos, lo que afecta el equilibrio ecológico. “Secan los cuerpos de agua y, cuando ya no hay recurso, buscan otro sitio. No sólo debemos preocuparnos por garantizar el acceso al recurso, sino por el impacto que nuestras acciones tienen en su ciclo natural”. Moreno Herrera enfatizó que, sin medidas de conservación, la crisis hídrica se agravará en el futuro. “Si no protegemos los bosques que recargan los acuíferos, es difícil pensar que habrá agua en los próximos años”. Tan sólo en lo que va de 2025, se han ingresado cuatro solicitudes ante la Sedema y Semarnat para el establecimiento de granjas avícolas en Cotaxtla, Tres Valles y Zentla. El proyecto de Zentla es el de mayor extensión, con 99 mil 565.36 metros cuadrados. En 2024, se presentaron 15 solicitudes, siendo la más grande en Alto Lucero, con una superficie de 811 mil 742.94 metros cuadrados. Le sigue un proyecto en Úrsulo Galván, con más de 200 mil 000 metros cuadrados. En 2023, se ingresaron nueve solicitudes. La mayor de ellas fue en Tierra Blanca, con una superficie de 496 mil 376 metros cuadrados. Así las cosas.
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