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XALAPA.- Ante amenazas arancelarias por parte del gobierno estadounidense, las economías regionales de México continúan enfrentando un entorno complejo e incierto que presenta desafíos significativos para su crecimiento, señala el Banco de México (Banxico). Si bien se prevé que sigan expandiéndose, se espera que sea a un ritmo moderado, según el Instituto Central mexicano. En función de cómo evolucionen estos factores, consideró que las entidades del norte y las regiones centrales, que son las más vinculadas con el mercado internacional, podrían verse particularmente afectadas, al igual que aquellas que históricamente han sido emisoras de migrantes. Mientras que el ámbito interno, otro reto son los problemas de inseguridad pública, subrayó, ya que los directivos empresariales de algunos sectores continúan comentando sobre sus efectos en el funcionamiento de sus empresas en ciertas áreas del país. El clima de inseguridad en diversos estados de la región generó incertidumbre entre los inversionistas, afirmó, lo que limitó la ejecución de nuevos proyectos de vivienda y el desarrollo de infraestructura inmobiliaria y turística, en particular en Sinaloa. Por eso, directivos empresariales entrevistados por Banxico han señalado que es esencial robustecer la seguridad pública y el estado de derecho. De acuerdo con información recabada por el Banco Central, la industria manufacturera se ha visto afectada por la inseguridad, lo cual siguió generando disrupciones en el traslado de productos terminados e insumos. Por regiones, en el centro norte que incluye Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas los directivos consultados señalaron tener problemas para la fabricación de gabinetes de oficina por el ausentismo de trabajadores por la inseguridad en Sinaloa. En tanto una importante mina de oro en Zacatecas sufrió el robo de varias góndolas con toneladas de mineral. Mientras que la inseguridad en carreteras, particularmente en Guanajuato y Puebla, se convirtió en una barrera importante para el desarrollo de obra pública. En específico, mencionaron una mayor dificultad para el traslado de trabajadores y maquinaria, lo que retrasó la ejecución de proyectos. El robo de unidades de transporte de mercancía en el Estado de México, Guanajuato y Michoacán, así como en los recorridos hacia algunas aduanas y centros de distribución se tradujo en un incremento en los costos de trasladar mercancías, lo que elevó sus precios, reduciendo su comercialización. En la región sur que abarca desde Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz hasta Yucatán, también mencionaron que la inseguridad carretera influyó negativamente en la distribución y comercialización de bienes duraderos en la región. Los contactos de Banxico refirieron las afectaciones relacionadas con la persistente inseguridad, al igual que su difusión en medios de comunicación internacionales y redes sociales, toda vez que afecta la percepción de seguridad. Asimismo, indicaron que las alertas de viaje emitidas por el gobierno de Estados Unidos para algunas entidades federativas de México afectaron la percepción de seguridad de visitantes internacionales.
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