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La Jornada
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Ciudad de México.- El almacenamiento de agua en el sistema de presas de Sonora continúa disminuyendo y se ubica actualmente en un alarmante 15.5 por ciento de su capacidad total, comparado con el 23.8 por ciento registrado en el mismo periodo del año pasado. Esta situación, derivada de la falta de lluvias significativas desde 2022, exige la implementación de prácticas responsables en el uso y manejo del agua por parte de la población y sectores productivos.
Ante este panorama, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en Sonora mantiene un plan estratégico de distribución que prioriza garantizar el suministro a municipios, comunidades y poblaciones urbanas, al mismo tiempo que busca favorecer la producción agrícola en los valles del Mayo y Yaqui. El 100 de territorio sonorense está seco, los 72 municipios que conforman el estado de Sonora se encuentra en estado de sequía, manejándose la mayoría en rango de moderada a excepcional.
“Lo que buscamos es que con lo que se tiene rinda mejor, pero siempre dejando una reserva para el público urbano. Se está trabajando con los productores para que implementen estrategias que les permitan optimizar el uso del agua y elijan cultivos que demanden menos lámina de riego”, explicó Graciela Catalina Treviño Macías, directora técnica de la CONAGUA.
Treviño Macías destacó que la infraestructura actual permite explorar mejores prácticas en el manejo del recurso hídrico, pero recordó que 2024 prácticamente no ha registrado lluvias significativas. “La aportación que hubo en las presas es casi el gasto básico”, puntualizó.
La funcionaria enfatizó que el cuidado del agua es una responsabilidad colectiva, dado que su disponibilidad depende en gran medida de las condiciones naturales. Sin embargo, advirtió que la naturaleza no ha sido favorable con lluvias en Sonora en los últimos años, lo que agrava la situación y hace imprescindible la adopción de medidas sostenibles por parte de todos los sectores.
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