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XALAPA.- Debido a brote de presunta enfermedad por el virus de Marburgo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta global. Recientemente, se reportaron ocho muertes en Tanzania, con un 89 por ciento de mortalidad entre nueve casos registrados en la región de Kagera. Este virus, altamente contagioso y con una alta tasa de letalidad, ha generado preocupación internacional por su capacidad de propagarse rápidamente en Tanzania y países vecinos. La enfermedad por el virus de Marburgo es una fiebre hemorrágica grave causada por un filovirus, que pertenece a la misma familia que el virus del Ébola. Este virus fue identificado por primera vez en 1967 en la ciudad de Marburgo, Alemania, de donde toma su nombre. Al igual que el Ébola, el virus de Marburgo puede provocar brotes de fiebre hemorrágica con altas tasas de mortalidad, que pueden llegar hasta el 88 por ciento en algunos casos. El virus se transmite a los humanos a través de murciélagos frugívoros, principalmente de la especie Rousettus aegyptiacus. La transmisión de persona a persona ocurre por contacto directo con sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de personas infectadas, así como por superficies contaminadas. El virus de Marburgo se encuentra principalmente en regiones de África subsahariana. En 2023, la OMS notificó brotes en Guinea Ecuatorial y Tanzania, lo que aumentó la preocupación sobre su capacidad de propagación. Hasta la fecha, no se han registrado casos autóctonos del virus de Marburgo en las Américas ni en México. Las autoridades sanitarias, como la Secretaría de Salud de México, han emitido alertas de viaje para regiones afectadas, como Ruanda, donde se han reportado brotes recientes. Estas medidas buscan prevenir la importación del virus y proteger la salud pública. Los síntomas del virus de Marburgo aparecen de forma repentina entre 2 y 21 días después de la exposición al patógeno e incluyen: Fiebre alta y escalofríos. Dolor de cabeza severo. Dolores musculares. Náuseas, vómitos y diarrea intensa (a menudo con sangre). Erupciones cutáneas. Hemorragias internas y externas graves en etapas avanzadas. Insuficiencia multiorgánica en casos severos. El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante pruebas de laboratorio, como la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR) y pruebas de detección de antígenos. Debido a su alta letalidad, un diagnóstico temprano es crucial para implementar medidas de contención. La OMS ha llamado a la comunidad internacional a mantenerse alerta y a apoyar los esfuerzos para controlar este brote antes de que se convierta en una crisis global.
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