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XALAPA.- Como dicen que trabajo mata grilla, ante los embates de personeros vinculados al gobierno anterior, como el actual delegado del Bienestar, Juan Javier Gómez Cazarín en contra del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Esteban Bautista Hernández, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, aclaró que no ha tenido ningún problema ni ningún trato misógino por parte del legislador morenista. "No, no, nada de eso. Estamos muy bien, estamos trabajando muy bien, muy respetuosos con el Poder Legislativo, el Poder Judicial", aseguró la mandataria. Además, la gobernadora señaló que en las conferencias conocidas como "las mañaneras del pueblo" cualquiera puede acudir a preguntar y realizar señalamientos. "Yo creo que en la mañanera van y todos tienen el derecho de preguntar y de opinar lo que decidan. Y sobre el caso de Veracruz, pues pueden ir a opinar y preguntar lo que ustedes decidan, yo no tengo problema. Pero nosotros estamos ocupados trabajando, avanzando en esta transformación y hemos tenido 31 días muy activos. Eso es lo más importante. Yo no tengo ningún problema ni he tenido ningún trato misógino ni nada", reiteró. De este modo, Nahle García descartó haber recibido tratos misóginos por parte del presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Esteban Bautista Hernández. Durante su conferencia de prensa de este jueves, la mandataria estatal fue cuestionada sobre los señalamientos que se hicieron el pasado 26 de diciembre en contra del líder de los legisladores de MORENA en "la mañanera del pueblo" de la presidenta, Claudia Sheinbaum. De acuerdo con esa acusación, Bautista Hernández se niega a colaborar con la nueva gobernadora, así como con alcaldesas y legisladoras de su partido y aliados, opinando que algunas de ellas carecen de preparación o son poco confiables. Al respecto, Rocío Nahle rechazó que existan malos tratos por parte de algún diputado hacia su persona, descalificando con ello los ataques de personeros del ex gobernador Cuitláhuac García que se han sentido exhibidos al darse a conocer presuntos hechos de corrupción como el contrato a sobreprecio de 7 millones de pesos por 50 tablets, erogado durante la gestión de Juan Javier Gómez Cazarín al frente de la Jucopo.
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