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XALAPA.- Talibanes anunciaron que cerrarán todas las organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales y extranjeras que empleen a mujeres, endureciendo aún más las restricciones contra los derechos de las mujeres desde su regreso al poder en agosto de 2021. En una carta, el Ministerio de Economía advirtió que el incumplimiento de esta nueva orden resultará en la cancelación de las licencias de operación de las ONG afectadas. La orden llega dos años después de que el régimen prohibiera el empleo femenino en ONGs bajo el argumento de que las trabajadoras no cumplían con el uso adecuado del pañuelo islámico. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció que las restricciones afectan gravemente la capacidad de proporcionar ayuda humanitaria en un país donde el 50 por ciento de la población vive en la pobreza extrema y enfrenta una crisis humanitaria. “Esto realmente afecta la manera en que podemos brindar asistencia vital a toda la población de Afganistán”, señala Florencia Soto Nino-Martínez, portavoz asociada de la ONU. También destaca que, además de las mujeres, muchos hombres enfrentan condiciones críticas debido a la situación actual. El Consejo de Seguridad de la ONU informó este mes que un número creciente de trabajadoras humanitarias afganas ha sido detenido por la Policía moral de los talibanes, lo que agrava las dificultades de las organizaciones para operar. El Ministerio de Economía afirmó que supervisará todas las actividades de las ONG para garantizar el cumplimiento de la orden. Según la carta, cualquier organización que permita el empleo femenino será cerrada y su licencia revocada. En un decreto adicional emitido el sábado, el líder talibán Hibatullah Akhundzada ordenó que los edificios no tengan ventanas que den a espacios donde las mujeres puedan estar visibles, como patios o cocinas. Tanto construcciones nuevas como existentes deben cumplir con esta norma, ocultando las vistas mediante paredes, cercas o mamparas. Las Naciones Unidas y organizaciones internacionales han solicitado revertir estas medidas. Sin embargo, el régimen continúa imponiendo restricciones que buscan aislar y controlar a las mujeres, limitando sus derechos y participación en la sociedad afgana.
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