|
Foto:
Cortesia.
|
Xalapa, Ver.-
La Nochebuena tiene un significado totalmente distinto para los miles de migrantes que se encuentran varados en la Ciudad de México a la espera de realizar el trámite migratorio requerido y continuar su peregrinar rumbo a Estados Unidos, este 24 de diciembre es una noche más de espera. En el campamento migrante instalado en la Plaza de la Soledad, en la zona de La Merced, se cuentan cientos de historias, como es el caso de Jenny Urbino, de Honduras, que es la primera Navidad que pasará lejos de sus hijos y familiares. “Para mí esto ya no es Navidad, no tengo ganas de celebrar nada”. Blanca Azucena, de la capital hondureña, trabaja en el tianguis, tiene dos hijos de 7 y 3 años, recuerda: “El 24 la pasamos supermega, salimos a comer, a comprar ropa. La pasamos felices… pero ya estoy lejos, es la primera Navidad que paso sin mis hijos, sin mi madre, sin mi familia”. Pero este año es diferente no hay nada que festejar, dice. Tras varios meses en la Ciudad de México, ya perdió la esperanza de conseguir una cita por medio de la aplicación del CBP One del gobierno estadunidense, y sólo espera juntar dinero para un día subirse al tren y cruzar la frontera. En otro sitio pasa el día Alexa, una mujer trans que dejó su hogar en Honduras y quien lleva ocho meses en la capital mexicana. Relata que no ha festejado ninguna fecha, y sólo está pendiente de concretar una cita mediante la aplicación CBP One. De contar con alguna, al otro día saldría rumbo a la frontera norte, por lo que prefiere no festejar. Aunque la mayoría de quienes habitan en el campamento son migrantes, también hay mexicanos en situación de calle o que buscan unirse a algún grupo que los lleve al país vecino.
|