'Herme no merecía estar ahí': tras 3 años de lucha, recuperan de fosa común el cuerpo de joven en situación de calle. | ||||||
Hermelinda murió 12 días después de haber subido a una camioneta de la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (SIBISO) y fue puesta en una fosa común a pesar de tener documentos de identidad. | ||||||
Domingo 22 de Diciembre de 2024 | ||||||
Por: animalpolitico.com | ||||||
Desde que supieron de su fallecimiento, El Caracol –asociación dedicada al apoyo psicosocial de poblaciones callejeras– buscó la recuperación de su cuerpo, y después de tres años, el pasado 10 de diciembre consiguió su exhumación de la fosa común del Panteón Civil de Dolores, para darle un entierro digno. En una ceremonia íntima y breve, integrantes de Caracol, su expareja y sus compañeros de calle cargaron el ataúd en el que fue depositado el cuerpo de Hermelinda, y la llevaron hasta la tumba en la que una fotografía y diversos carteles con su nombre dan cuenta de su identidad y de la lucha de su “familia social” por buscar justicia para ella y las poblaciones callejeras que llegan a este lugar al morir. “Que dios te bendiga, Herme. Para mí fue un placer conocerte, amiga, conocer tu bella sonrisa y el amor que nos dabas. Nunca te vamos a olvidar“, fueron las palabras de Susana, una de sus compañeras de calle. Entre lágrimas, oraciones, aplausos y porras, Hermelinda fue despedida por la familia social que la apoyó y acompañó hasta su fallecimiento. Ella es la primera persona integrante de poblaciones callejeras que El Caracol consigue recuperar de la fosa común, lo que la asociación considera como un precedente para conseguir que en otros casos se les permita reclamar los cuerpos de quienes mueren como desconocidos para sepultarlos en tumbas donde se reconozca su identidad. “Era una persona que no se dejaba”, recuerda El Caracol Enrique Hernández, director del Caracol, describe a Hermelinda como una mujer “sonriente y dicharachera”. La asociación tuvo vínculo con ella por 15 años en los que vivió en situación de calle en la Ciudad de México, tiempo en el que la apoyaron con acompañamientos para la atención de su salud, despensas y, en ocasiones, le daban oportunidad de bañarse en sus instalaciones. Gracias a este trabajo, los integrantes del Caracol generaron una relación de amistad con ella, lo que les permitió saber que era oriunda de Pachuca, Hidalgo, y documentar el deterioro que tuvo su calidad de vida a partir del uso de solventes, lo que con el paso del tiempo le provocó la pérdida de movilidad. “Con ella aprendimos el tema de la estimulación neuronal. Nos dimos cuenta que era necesario darles este apoyo a quienes detectamos con problemas gracias a un diagnóstico que hicimos en 2013, y ella fue uno de esos casos. Herme nos enseñó cómo teníamos que atender a las personas que estaban teniendo un alto deterioro por el consumo de solventes”, recuerda Hernández. Además, subraya, “Herme tenía claro que era una injusticia lo que le pasaba a ella y a sus amigos, que no era normal la situación en la que se encontraban en calle, y de hecho tenía una expresión muy curiosa, decía que por qué los discriminaban y los trataban mal, si no son extraterrestres”. Sin embargo, durante la pandemia de Covid-19, debido al cierre de oficinas y establecimientos, El Caracol perdió contacto con ella, y volvieron a tener información de su paradero gracias a Víctor, su expareja, quien la vio por última vez, cuando aceptó acudir a un albergue de la SIBISO para que le permitieran bañarse. “En la pandemia todo se puso complicado, por lo que armamos despensas con alimentos especiales que pudieran consumir sin cocinar las poblaciones callejeras, y todavía la vimos para darle una. Ese día nos insistió en que se quería bañar, y nosotros le explicamos que no podíamos atenderla en las oficinas, que tuviera paciencia, pero pues no aguantó y en mayo de 2021 se fue en una camioneta con la promesa de que le iban a permitir asearse… y ya no la dejaron salir”, lamenta el director del Caracol. Después de que Hermelinda acudió de forma voluntaria con el personal de la SIBISO, Víctor y el personal del Caracol intentaron solicitar información sobre su estado de salud por vía telefónica y de manera presencial en distintos albergues, pero no obtuvieron respuesta. Fue por medio de una nota periodística que supieron de su fallecimiento, meses después de que este ocurrió. Pese a tener documentos de identidad, Hermelinda terminó en la fosa común Hasta el día de hoy se tienen pocos detalles sobre cómo ocurrió la muerte de Hermelinda. Lo único que se sabe, por su acta de defunción, es que falleció 12 días después de que se fue con el personal de SIBISO, a causa de una sepsis que, pese a que fue hospitalizada, en cuestión de horas se agravó y perdió la vida. “Ella tenía llagas en la cadera por el uso de la silla de ruedas, y lo que pensamos es que fueron esas heridas las que no se atendieron como debían y provocaron la sepsis”, comenta el director del Caracol. Las noticias que tuvieron sobre Hermelinda, las conocieron a través de notas periodísticas: primero, en una entrevista, la entonces directora del Instituto de Atención a Poblaciones Prioritarias (IAPP), Nadia Troncoso, afirmó que se encontraba bien, aunque después, mediante el mismo periódico, supieron que llevaba meses fallecida. Una vez que conocieron de su muerte, integrantes del Caracol acudieron al Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO) para preguntar por Hermelinda, donde les confirmaron su fallecimiento y les informaron que había sido sepultada en la fosa común del Panteón Civil de Dolores. “Ellos sabían que se llamaba Hermelinda y que la estábamos buscando”, sin embargo, pasaron tres años para que pudieran recuperar su cuerpo, que se encontraba sepultado bajo otras 40 personas que murieron en la época de la pandemia de Covid-19 como desconocidas. “Nosotros mantenemos la idea de que Herme no merecía estar ahí, porque estaba bajo resguardo del Estado, de una institución encargada de proteger a la población callejera y se les murió en menos de 15 días, y eso no es normal”, lamenta Enrique Hernández. Más de mil 900 personas en situación de calle murieron en dos años De acuerdo con información recuperada por El Caracol, entre 2023 y 2024 se ha reportado el fallecimiento de al menos mil 955 personas en situación de calle en México, siendo la capital donde se han presentado el mayor número de casos (298). En 2024, la asociación registró 993 muertes: 290 por accidentes de tránsito, 140 asesinatos, 39 por hipotermia, 33 por consumo de sustancias, 29 por causas relacionadas con enfermedades cardiacas y 401 en las que no hay información. El año previo se contabilizaron 962 fallecimientos, cuyas causas principales fueron: incidentes de tránsito (236), agresiones de particulares (113), hipotermia (60), consumo de sustancias (51) y riñas (37). También se registraron 28 fallecimientos asociados a enfermedades cardiacas y 23 suicidios. Para El Caracol, casos como el de Hermelinda y otras personas cuyos cuerpos están en proceso de ser recuperados, son “emblemáticos, bajo un principio de recuperar su memoria, pero sobre todo para hablar de la violencia del Estado que les niega, incluso, el derecho a tener un entierro digno”. “Por eso insistimos en tocar la puerta con las fiscalías para que se revisen las carpetas de investigación de los casos y se resuelva el tema legal para lograr recuperarlos, pero se requiere mucha voluntad y coordinación”, agrega el director de la asociación. Por: Eréndira Aquino |
||||||
|
||||||
Nos interesa tu opinión |
||||||
> Directorio > Quiénes somos |
® Gobernantes.com Derechos Reservados 2016 |