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XALAPA.- Luego de reportes de posibles actividades ilícitas en la propiedad, incluyendo la presunta presencia de fosas clandestinas, armas y drogas, el pasado fin de semana se registró un operativo de cateo por parte de fuerzas federales en el rancho La Muraya, propiedad del alcalde de Poza Rica, Luis Fernando Remes Garza, ampliamente conocido como “El Pulpo”. El operativo tuvo lugar la tarde del sábado 7 de diciembre y comenzó con la intervención de la Policía Municipal como primer respondiente. Sin embargo, la movilización se intensificó rápidamente con la llegada de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), quienes asumieron el control del operativo. Debido a estos hechos, la comunidad de Barra de Cazones quedó sumida en el pánico y la especulación mientras los uniformados realizaban recorridos de búsqueda en el rancho del alcalde, una figura polémica que gustaba presumir de su cercanía con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. “El Pulpo”, como se le conoce popularmente, se encuentra ahora bajo la lupa de las corporaciones federales, lo que ha puesto en tela de juicio su integridad como servidor público. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han confirmado ni desmentido la localización de indicios que puedan relacionar a Remes Garza con actividades ilícitas. La falta de información ha alimentado la indignación y la desconfianza entre los habitantes de Poza Rica y municipios aledaños, quienes exigen transparencia y resultados claros. El cateo en el rancho La Muraya no solo impacta la imagen de un alcalde en funciones, sino que también exhibe la vulnerabilidad de las estructuras políticas frente a posibles vínculos con grupos delictivos. Hay quienes dicen que en un estado que ha sido golpeado por la violencia y la corrupción, el caso de “El Pulpo” podría convertirse en un punto de inflexión en la lucha contra la impunidad. El cateo al rancho de un alcalde en funciones mandaría un mensaje contundente: nadie está exento del peso de la justicia. Así las cosas.
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