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XALAPA.- En México sólo el 20 por ciento de los centros de salud han sido rehabilitados para la operación y crecimiento del IMSS-Bienestar mientras que el otro 80 por ciento mantiene rezagos en infraestructura, impedimento para la llegada de nuevo personal y la ampliación de servicios. Las principales carencias son consultorios insuficientes, falta de agua y averías en instalaciones eléctricas e hidráulicas, pisos, plafones, puertas, baños, impermeabilizante, áreas de farmacia y cortinas. Según documentó Crónica, esta realidad ha sido un obstáculo más para médicos, enfermeras, psicólogos, paramédicos y laboratoristas recién incorporados o basificados, quienes han absorbido la totalidad de las consultas y demás tareas ante el paro de actividades de los trabajadores sindicalizados, quienes además han acaparado espacios asignados a la atención de pacientes para sus reuniones o asambleas. Luis, doctor en el centro de salud “San Pablo Oztotepec”, en la delegación Milpa Alta, comenta: “Somos los no sindicalizados los que estamos sacando la chamba, los médicos vemos más pacientes, los pasantes deben ayudar también. Los sindicalizados están encerrados en asamblea, quieren mantener todos sus privilegios. Ahora están parados, pero de por sí la diferencia en productividad es abismal: si analizas bitácoras de los últimos meses, ellos ven 2 o 3 pacientes al día, mientras nosotros de 15 a 20”.Ahí, en San Pablo, uno de los pueblos de mayor marginación en la Ciudad de México, la comunidad debió organizarse para hacer frente a la deficiente infraestructura de su centro de salud: participó en el proceso de “presupuesto participativo” -recurso otorgado por el gobierno capitalino- y los recursos han sido utilizados para construir dos consultorios y reparar otros tantos, lo cual ha permitido cubrir más turnos, incluido el especial de días festivos y fines de semana. María, una administrativa, relató a dicho medio su experiencia en la cesión irregular de plazas: “Había hecho méritos para ingresar al archivo, llevaba años picando piedra y preparándome. Cuando se liberó la vacante el sindicato decidió dársela a un señor ya grande, que no estaba en la institución y se dedicaba a cuidar coches en un deportivo. Investigué y descubrí que era esposo de una de las líderes sindicales. El pobre señor no sabe ni prender la computadora, pero está ahí por corruptelas. Los pacientes han denunciado la pérdida de expedientes clínicos”. Las mismas anomalías se han repetido en otro centro de salud de la alcaldía, el de “Villa Milpa Alta”. Además, el programa de renovación de equipo -en el mismo lapso de 2019 a 2014- también ha sido insuficiente y tardío: sólo se ha completado el instrumental en 5 mil 306 centros de salud, es decir, en el 44.5 por ciento del total, conforme a datos de la institución. El plan incluyó la compra de unidades dentales, desfibriladores, esterilizadores, refrigeradores para vacunas, lámparas obstétricas, mesas de exploración y universales, básculas electrónicas y estetoscopios.
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