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XALAPA.- El secretario de Economía, Marcelo Ebrard utiliza desde ahora su presencia en el gabinete de CSP, para desplegar a toda máquina y sin visible competidor al frente, su campaña presidencial para el 2030, con varios elementos en su favor. En una entrevista con Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula dejó claras sus intenciones políticas. Sin embargo, su plan podría frustrarse por la abrumadora victoria electoral de Donald Trump. Durante su primer mitin Trump se burló del excanciller Marcelo Ebrard y aseguró cedió a todas sus demandas. Recientemente, Ebrard ha hecho tronantes declaraciones, por ejemplo, en materia aduanal. Como si a él le correspondiera ordenarlo ha dicho, se acabó la fiesta; se van a revisar las patentes de las agencias por cuya papelería se introdujeron ilegalmente mercancías chinas al país. Pero Marcelo sigue ofreciendo pruebas de su capacidad para la multitarea, tal y como lo hizo en el gobierno anterior, cuando gestionaba vacunas o rescataba al náufrago Evo Morales, hundido en los pantanos de su fallida reelección, sin dejar por eso de preparar una intervención de su jefe en el Consejo de Seguridad de la ONU. Un petardo, por cierto. Ahora se ha convertido en pieza estelar, la más visible, en medio de la pastosa mediocridad del gabinete político, donde nadie le hace sombra. Es el único con estatura (en todos sentidos), para sobresalir entre tanto mastique.
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