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XALAPA.- Luego de que pobladores de Tihuatlán se quejaron por la presencia de gusanos en árboles de naranjo y jobo, el Instituto de Ecología (Inecol) exhortó a desechar la idea de fumigaciones, debido a que afectarán la cadena de polinizadores. El investigador del Inecol, Orlik Gómez García, explicó que si fumigan los árboles van a matar a una generación entera de polinizadores, que son dichas orugas; otros insectos benéficos, ya sea que polinicen como abejas, o ayuden al control de otras plagas, en este caso las hormigas; además de que acabarán con la vida de aves, murciélagos y mamíferos silvestres. “No son una plaga ni un riesgo sanitario, sino un evento inusual de un año atípico de sequía y luego mucha lluvia. Si fumigan y matan a las orugas, hormigas, murciélagos, aves, a consecuencia de ello la producción de frutos del año próximo puede verse disminuida. La presencia de orugas no es una emergencia sanitaria, pero lamentablemente las personas se crean miedos o bien los han aprendido”, explicó. Dijo que los gusanos que se aprecian en los árboles son larvas de mariposas nocturnas o polillas que llegaron para alimentarse de las hojas. “Se trata de la larva u oruga de una polilla del género Acharia, a la que le llaman gusano ensillado. Es un comedor voraz de plantas como cítricos, leguminosas, mangos y parientes como el jobo. Se tienen que alimentar. Llaman la atención porque llegaron a comer de árboles que son económicamente importantes, naranjos y jobos”, sostuvo. Refirió que estas orugas tienen “pelitos” sobre el lomo y llaman la atención de los ciudadanos, además de que causan ardor si llegan a tocarlos o estos caen sobre sus espaldas, sin embargo, las orugas no contienen una alta cantidad de toxicidad. “No le va a pasar nada a la gente, seguramente alguno resultará ‘picado’ porque muchos tienen pelitos que causan urticaria, ardor, comezón, pero no le va a pasar nada a las personas; sólo será una molestia en la piel y ya. Las larvas no van a matar a ninguna persona, eso no sucede. A menos que sea una persona extremadamente alérgica a las orugas pero en nuestro país es bastante raro que haya personas así”, aseguró. El investigador explicó que estos gusanos u orugas al alimentarse de hojas del árbol de jobo adquieren un compuesto que se llama “urosiol”, que al digerirlo se convierte en una sustancia “tóxica” que desprenden de “los pelitos” y a su vez provoca urticaria o irritación en la piel humana. “Pero no va a pasarles nada. Esas larvas van a continuar en las hojas hasta hacerse capullos, crisálida, y en algún momento van a emigrar, no hay nada que hacer, no les hagan nada”, recomendó. El investigador consideró necesario que la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) organice una campaña informativa de la función de estas orugas que al crecer se convierten en mariposas o polillas, y que usar fumigaciones en los árboles acabarían con los demás polinizadores. “Desgraciadamente es probable que la población se anime a echarles DDT o cualquier otro insecticida, lo único que van a hacer es matar un montón de otros insectos polinizadores y por supuesto a las larvas. Pero en general no les harán nada, es un año atípico con poca lluvia o lluvias muy intensas, en meses anteriores con sequía fuerte y ahora apenas se estabiliza la temperatura”, concluyó.
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