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XALAPA.- El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León señala que los jefes de Estado que hoy conforman un grupo de aliados de la llamada segunda ola progresista de América Latina tiene un desafío distinto al de la primera época a principios del siglo, que eran Chávez, Evo, Lula. Ahora dice se busca abonar a la sostenibilidad de un proyecto de más largo aliento. La idea es que, al final, luchar por la democracia y contra la corrupción está muy bien, pero para la gente eso se tiene que traducir en una mejora tangible y sustantiva de las condiciones de vida. Consolidar la justicia social y el bienestar, consustancial a la democracia, es a largo plazo. La apuesta es a tener horizontes de largo plazo. Los problemas de nuestros países los vamos a resolver en 50 años mínimo, indica. Arévalo de León acudió la semana pasada a México a la ceremonia de investidura de la nueva jefa de Estado, Claudia Sheinbaum. Un día antes almorzó en Palacio Nacional con ella y Andrés Manuel López Obrador, el mandatario saliente. Luego de que él pasó por una intensa batalla para que el Poder Judicial reconociera su triunfo como presidente, califica como fantástico lo que se está viviendo en México. En entrevista con La Jornada comentan: “Soy presidente en una república en la que parte de las instituciones republicanas están en manos de élites político-criminales, lo que limita mucho la capacidad de acción que tenemos. Enfrentamos un mecanismo que tiene tentáculos en el Congreso y en las cortes. Y tentáculos quiere decir no que los controla, pero tienen injerencia”. Al recordar que su bandera principal en la campaña electoral fue el combate anticorrupción, dice han puesto en marcha una política de control en la transferencia de recursos en el organismo ejecutivo. Eso implica la creación de una comisión anticorrupción ciudadana con representantes de distintos sectores: comunidades indígenas, academia y sector privado para diseñar políticas y medidas que puedan ser puestas en marcha por el Ejecutivo. Indica: “Y apoyamos a los ministerios en la presentación de denuncias de casos de corrupción. Ya hay más de 100 denuncias presentadas ante el Ministerio Público. Un ejemplo es la denuncia del Ministerio de la Salud contra quienes participaron en la compra fraudulenta de vacunas contra el covid durante la pandemia. O un caso gigante de evasión fiscal por medio de una red de empresas ficticias de 5 mil millones de quetzales”. Sin embargo, admite, que en el ámbito del Ministerio Público, no tienen muchas esperanzas, porque la red político criminal sigue enquistada ahí. En cuanto a la frontera común, donde se dio la crisis de seguridad y humanitaria que se vive en Chiapas con el cruce de mexicanos hacia su país en busca de refugio, Arévalo de León ve con optimismo que en los planes de la Presidenta “está la recuperación del control en Chiapas como una de sus prioridades. “De nuestra parte vamos a mantener la coordinación con estas fuerzas para evitar situaciones de ‘efecto globo’: que, si se aprieta de un lado, el problema se va para el otro”. Indica que están informados que en Chiapas se enfrentan dos cárteles, por los territorios. “nosotros tenemos que impedir que esa disputa se traslade a Guatemala”, agrega.
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