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XALAPA.- Tras la desaparición de la sucursal del Banco de Bienestar en Orizaba, Iván Cortés Gómez, presidente de la asociación de ciegos y débiles visuales “Mira por mí”, aseguró que desde el principio el programa tuvo fallas y el entonces delegado de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara nunca hizo nada. “Muchas veces se hizo la petición para que cambiaran las normas del programa, pero no ocurrió así; pareciera que el Banco de Bienestar se creó en beneficio del gobierno, no del pueblo”, denunció. Por lo anterior, cuestionó a los encargados de Bienestar, que nunca buscaron otro edificio en Orizaba, y al parecer ya no quisieron pagar la renta por cierre de la administración federal, y se afectó a este sector vulnerable, afirmó. “No es posible que en Orizaba, que es cabecera distrital no hayan buscado un lugar estratégico para poner el banco y en otros municipios sí lo construyeron, ¿de qué se trata?”, denunció. En ese sentido, señaló que para ciegos y discapacitados será más difícil cobrar su pensión, pues se expondrán a otros riesgos, sobre todo si no están en zonas que tengan los accesos seguros que requieren. El dirigente de la asociación refirió que quienes diseñaron los bancos de Bienestar no tomaron en cuenta a los discapacitados, como a las personas con silla de ruedas, muletas o bastón, a quienes se les dificulta trasladarse a otra localidad para cobrar sus 3 mil pesos bimestrales. Dijo que es un riesgo para los compañeros en silla de ruedas si carecen de rampas, pues los bancos están muy alejados y hay que invertir en transporte, en tanto la gente que camina debe cruzar la carretera federal, que es de mucho tráfico. Aunado a lo anterior, aseguró que el personal deja mucho qué desear, porque no resuelven con prontitud la inquietud de los discapacitados. Acusó que falta empatía de los empleados de las instituciones bancarias para resolver situaciones diversas; por ejemplo, el extravío de la tarjeta del Bienestar; algo que consideró es básico y que como institución bancaria debe atender con prontitud. Y es que dijo que, a diferencia de la banca comercial, cuando un derechohabiente del Bienestar extravía su tarjeta, primero tiene que ir a la oficina de Bienestar y reportarla como extraviada y la reposición del plástico tarda en llegar más de seis meses. Denunció que otro problema que enfrentan los ciegos es que, al vencer el plástico, el titular, -que es la persona discapacitada-, debe presentar los documentos de su tutor para renovar su tarjeta, y “¿cómo le hace si su tutor ya no está?, el titular es ciego, no tiene una discapacidad mental, él no debería necesitar un tutor”, sostuvo, por lo que consideró que esto es una incoherencia y consideró que deberían cambiar las reglas de operatividad, para bien del beneficiario. Por su parte, el senador morenista Manuel Huerta Ladrón de Guevara solicitó formalmente al director general del Banco del Bienestar, Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra, que se agilicen las gestiones para establecer una sucursal en Orizaba. De acuerdo con el legislador, la ausencia de este servicio ha perjudicado principalmente a los adultos mayores, quienes deben trasladarse a otros municipios para recibir los beneficios de los programas sociales. El ex delegado del bienestar afirmó que ha recibido un número considerable de peticiones por parte de los beneficiarios, quienes le han solicitado su intervención para que se concrete la apertura de una sucursal en Orizaba. El Senador destacó la importancia de esta solicitud, al tratarse de un servicio que facilitaría el acceso de miles de personas a los apoyos del gobierno federal, evitando traslados innecesarios y fortaleciendo la infraestructura bancaria en la ciudad. Por último, el morenista destacó que este es el momento adecuado para retomar los esfuerzos y cumplir con una demanda que lleva tiempo sin resolverse, confiando en que el Banco del Bienestar pronto pueda estar presente en Orizaba. Así las cosas.
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