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XALAPA.- Los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, conocidos en el mundo delictivo como Los Chapitos dominan la capital de Sinaloa en su totalidad, pues Culiacán como ciudad y municipio ha servido para que se atrincheren de los numerosos operativos del gobierno, respaldados por un indefinido número de sicarios y punteros que siguen sus órdenes de formar caos cuando ellos están en riesgo. Y es que, la historia de Los Culiacanazos revela una estrategia violenta por parte del cártel liderado actualmente por la facción conocida como Los Chapitos, para generar psicosis social como mecanismo de defensa frente a los operativos gubernamentales. El primer episodio significativo ocurrió el jueves 17 de octubre, en el exclusivo fraccionamiento Tres Ríos de Culiacán, donde las fuerzas federales lograron ubicar y detener a Ovidio Guzmán, El Ratón, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán. Este evento, inicialmente denominado Jueves Negro, rápidamente adquirió el nombre de El Culiacanazo debido a la violenta respuesta del cártel, que incluyó narco bloqueos, incendios de vehículos y otras tácticas para sembrar caos y forzar la liberación del detenido que se terminó dando bajo una orden presidencial irrevocable. Más de tres años después, el 5 de enero de 2023, el mismo capo sinaloense fue arrestado nuevamente, esta vez en su residencia en la comunidad de Jesús María, en la sindicatura del mismo nombre. Este evento, conocido coloquialmente como El Culiacanazo 2.0, replicó las estrategias de bloqueo y quema de vehículos por las principales carreteras y accesos al sitio donde se enfrentaron a balazos el equipo de seguridad de varias docenas de civiles armados de El Ratón y efectivos de la Armada de México que finalmente lograron detenerlo. Esto a pesar de que, los hechos violentos ese día se prolongaron a casi todos los municipios del estado. El jueves 29 de agosto de 2024, un nuevo enfrentamiento fue reportado alrededor de las 15:00 horas en la comunidad de Paredones, en la sindicatura de Jesús María, cerca de los límites entre Badiraguato y Culiacán. El rumor inicial sobre un enfrentamiento se expandió rápidamente, generando preocupación en Culiacán. En este incidente, se alegó que Iván Archivaldo Guzmán, hijo mayor de El Chapo y presunto líder del Cártel de Sinaloa tras la detención de su padre, había sido detenido; aunque las autoridades aún no han confirmado su captura, la especulación creció rápidamente en redes sociales. La violencia se intensificó con narco bloqueos y quema de vehículos, especialmente en la carretera federal México 15 libre, lo que dificultó el apoyo terrestre de las fuerzas armadas. A estos Culiacanazos habría que sumarle otros puntos que también se han visto envueltos en esta narrativa de hechos violentos que ha protagonizado El cártel de Sinaloa, muy recientemente otro hijo de El Chapo Guzmán, de nombre Joaquín, igual que su padre, habría traicionado, secuestrado y entregado a las autoridades americanas a Ismael El Mayo Zambada. Esta minuciosa operación daría inicio en una finca denominada San Julián, ubicada en la sindicatura de Culiacancito, del mismo sector norte del municipio de Culiacán y la pista aérea ubicada en el campo Berlín de la comunidad de La Palma en Navolato.
En el primero de los dos sitios se dice que Joaquín Guzmán López habría citado y asegurado a El Mayo Zambada, mientras que en el segundo habría despegado la avioneta que tuvo como destino final una pista en los Estados Unidos donde autoridades norteamericanas ya esperaban al legendario capo sinaloense. Hasta el momento, la situación de El Culiacanazo 3.0 sigue siendo tensa, aunque las autoridades de Sinaloa han instado a la calma, asegurando que están controlando y atendiendo la situación.
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