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XALAPA.- Aunque hay quienes dicen que es el burro hablando de orejas, pues si se trata de vergüenza por su enriquecimiento inexplicable al amparo del poder sería el menos indicado para abrir la boca, el diputado local y coordinador del Grupo Legislativo de Morena en el Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, aseguró que si el ex gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, tuviera vergüenza, no se estaría quejando de persecución política, ni denunciaría todos los abusos que él ha cometido en su vida política. De nueva cuenta, el comal le dijo a la olla. Y es que, el legislador morenista enumeró los actos cometidos por Yunes Linares, de los cuales, según dijo, ahora se hace el ofendido. "Yo ofendo e insulto a la candidata (hoy Gobernadora Electa) y luego denuncio que hay campañas de odio. Yo ofendo al Presidente, le digo loco, lo insulto sin límite y después digo que estoy atento de las mañaneras. Y ahora, digo que soy un perseguido político de la 4T", acusó en un lapsus que le da la razón al ex gobernador panista, como si los peores delitos de éste hubieran sido ofender a la candidata y al presidente. ¿Entonces, es o no es una venganza política?. El caso es que el diputado Gómez Cazarín – cuyo mayor mérito en la política es su servilismo, no su capacidad ni sus conocimientos, y prueba de ello es que lleva el récord de más reformas legales tiradas por la Suprema Corte por su deficiente trabajo legislativo - le recordó a Yunes Linares que el fraude del sistema de videovigilancia, con el cual hizo un negocio, y el colmo, es que este mismo lunes, el propio Yunes denuncia el hecho. "Yo hago los acuerdos con Grupo Más y con NL Technologies, endeudando a todos los municipios y al Estado y luego yo lo denuncio. Yo robo todo lo que puedo en el Issste y a los pensionados del Issste y luego denuncio", afirmó, echando mano de la vieja historia del sexenio de Calderón sobre hechos que nunca le han podido probar al ex gobernador panista, de lo contrario ya lo hubieran judicializado. De igual forma, el diputado “cacharrín” destacó que Yunes Linares impuso a un "fiscal carnal" en Jorge Winckler y metió a sus opositores a la cárcel, para ahora denunciar persecución política. "Yo opero contra mis adversarios con la policía, la misma policía que le echo encima al pueblo y luego denuncio", refirió, aunque en este caso el morenista no se mordió la lengua, pues el gobierno morenista de Cuitláhuac García no ha cantado mal las rancheras en eso de echarle a los granaderos a los campesinos, ¿o ya no se acuerda del delito de ultrajes a la autoridad que él mismo aprobó y que derogó la Corte?. Pero según Gómez Cazarín, quien solo pretende ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, afirmó que aunque Yunes se diga un santo, “le hace falta más Sukrol para la memoria, pues si tuviera memoria o vergüenza, no diría nada de lo anterior”. Por último, calificó como "muy bajo" usar el tema de los siete jóvenes que fallecieron en un accidente en Coatzacoalcos, para justificar sus fines políticos. Así las cosas.
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