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XALAPA.- Aunque no se cuenta con cifras exactas en materia de sobrevivientes a la violencia vicaria, se estima que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha acompañado anualmente 150 casos de mujeres sobrevivientes de este tipo de violencia y que cada día se hacen, en promedio, 788 llamadas de emergencia por violencia familiar y 930 por violencia de género, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y es que, aunque ya está reconocida en las leyes mexicanas y es una de las más comunes en el país, la violencia vicaria todavía es invisibilizada y refleja las agresiones que se hacen a hijos e hijas con el fin de dañar a sus madres. En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia identifica a la violencia a través de interpósita persona como “cualquier acto u omisión que, con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres, se dirige contra las hijas y/o hijos, familiares o personas allegadas, ya sea que se tenga o se haya tenido relación de matrimonio o concubinato; o mantenga o se haya mantenido una relación de hecho con la persona agresora; lo anterior aplica incluso cuando no se cohabite en el mismo domicilio”. Muchas mujeres en México incluso podrían estar enfrentando violencia vicaria sin saberlo, por ello es fundamental extender información sobre cómo identificarla y cómo actuar. La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece que la violencia vicaria comprende las siguientes acciones: Amenazar con causar daño a las hijas e hijos; amenazar con ocultar, retener, o sustraer a hijas e hijos fuera de su domicilio o de su lugar habitual de residencia; utilizar a hijas y/o hijos para obtener información respecto de la madre; promover, incitar o fomentar actos de violencia física de hijas y/o hijos en contra de la madre; promover, incitar o fomentar actos de violencia psicológica que descalifiquen la figura materna afectando el vínculo materno filial; ocultar, retener o sustraer a hijas y/o hijos así como a familiares o personas allegadas; interponer acciones legales con base en hechos falsos o inexistentes, en contra de las mujeres para obtener la guarda y custodia, cuidados y atenciones o pérdida de la patria potestad de las hijas y/o hijos en común; condicionar el cumplimiento de las obligaciones alimentarias a las mujeres y a sus hijas e hijos y cualquier otra forma que lesione o sea susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres. Así las cosas, la violencia vicaria implica no sólo un daño indirecto para las mujeres, sino que en la mayoría de los casos el impacto es directo en las terceras personas, comúnmente los hijos e hijas. En algunos casos estas agresiones incluyen la violencia psicológica o emocional y la violencia económica o patrimonial; en otros llegan a la violencia física, sexual y homicida. En la Ciudad de México existe una línea de emergencia especial para la violencia contra mujeres y niñas. Línea de atención a emergencias para mujeres: SOS Mujeres *765. La atención en esta línea es un servicio gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, todos los días del año. En el resto del país se cuenta con la línea universal de emergencias: 911, donde se puede pedir guía y atención especializada en estos delitos. También se puede acudir a las unidades de los Centros de Justicia para las Mujeres, en donde se atienden casos de violencia de género de manera especializada. Las unidades del Ministerio Público también están abiertas para interponer denuncias oficiales en casos de violencia vicaria y otros tipos de agresiones contra mujeres y niñas.
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