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XALAPA.- La narcoviolencia en Chiapas obligó a más de 200 personas, familias enteras a dejar sus casas en una comunidad de Amatenango de la Frontera, e iniciaron un desplazamiento masivo hacia territorio guatemalteco, lo que expone el conflicto a un ámbito de nivel internacional. Desde hace tres años que inició la narcoviolencia en el estado, pero el martes 23 de julio, llegó a un punto máximo, cuando un grupo del crimen organizado llegó hasta el poblado San José del municipio de Amatenango de la Frontera, y desalojó a todos sus habitantes que tuvieron que huir con lo poco que tenían encima. Atrás dejaron sus casas saqueadas, sus animales de traspatio, sus cultivos y muchos de ellos que ni sus vehículos pudieron sacar. Hombres, mujeres, niños, niñas y personas adultas mayores, emprendieron una larga caminata para internarse hacia algunas aldeas en la municipalidad de Cuilco, en el Departamento de Huehuetenango, Guatemala. Algunos llegaron hasta la Aldea Perla Escondida y otros más se trasladaron a la Aldea El Oaxaqueño, ambas de Cuilco. Algunos medios de lado guatemalteco señalaron que son 150 personas las desplazadas, otras refieren que podrían ser más de 300 los desplazados, pues a los del Barrio San José, se les unieron en el éxodo, pobladores de rancherías vecinas. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha minimizado la violencia desatada en los últimos meses en Chiapas, acusan organizaciones
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