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XALAPA.- A puerta cerrada, casi en las catacumbas del PRI, pues no se permitió el acceso a nadie ajeno a su grupo en la sede nacional del partido, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas se registró en el proceso interno para buscar la reelección como presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), junto con Carolina Viggiano, quien lo acompaña en la fórmula como secretaria general. De acuerdo con el campechano, el partido está entre dos frentes, al referirse al gobierno y a sus críticos. “Nunca el partido había estado tan asediado por el acoso y el hostigamiento del poder como en los años que hemos encabezado nuestro instituto político. Nos encontramos siempre bajo fuego cruzado. Por un lado, nuestro partido ha recibido del gobierno la divisa de la persecución en lugar de la del diálogo y la apertura. Por otro, hemos estado expuestos a la mezquindad y la traición de perfiles que han empeñado años de su trayectoria partidista por la comodidad, seguridad y los beneficios que les da rendirse ante el poder”, aseguró sin morderse la lengua, dadas las denuncias pendientes que enfrenta como ex gobernador de Campeche y las derrotas electorales bajo su dirigencia que tienen al PRI al borde de la extinción. Luego de afirmar que el partido se debe deslindar “de los errores del pasado de otros, que entregaron el poder y que hoy están muertos de miedo porque el poder los tiene controlados”, Alito Moreno aseguró que “a todos los que están esperando el fracaso del PRI, mejor agárrense de la silla porque se van a quedar esperando”. Vaya caso, pues no tuvo el menor atisbo de autocrítica. “Al PRI lo que es lo del PRI, y a los traidores que les dé su merecido la militancia”, espetó ensoberbecido. También llamó a rendir cuentas a las voces críticas, sin referirse de manera directa a los exdirigentes del partido que lo han criticado por su intención de reelegirse. Dentro del Salón Alfonso Reyes de la sede nacional priista, Alito Moreno aseguró que tanto él como Viggiano vienen de la cultura del esfuerzo, y “no de la cultura palaciega como los que hoy hablan de manera infundada e inaceptable” del partido. Consideró, además, que son parte de la “herencia” del PRI “de la estabilidad, del progreso y de los grandes acuerdos nacionales” que derivaron en el surgimiento de varias instituciones. Sostuvo que “no es el momento para replegarnos, nunca echarnos para atrás. Aunque se vea el camino muy complicado, si los priistas, como somos, generamos cohesión y unidad interna, los priistas vamos a salir adelante como lo hemos hecho. Ni un paso atrás, siempre para adelante en la defensa del régimen democrático”. Aunque pidió defender los principios que le dieron vida al PRI, justificó el buscar la reelección, que hasta hace un mes y medio, era algo expresamente prohibido en los estatutos del partido. “Hoy no vivimos un momento fácil, un momento en el que no hay normalidad democrática, y todos saben que esa mala imagen que tiene el partido fue por lo que se hizo en el pasado. Yo no fui culpable del Pemexgate, o no fui culpable de que digan que había priistas involucrados en el asesinato de Luis Donaldo Colosio… yo recibí un partido destrozado en 2019, hecho pedazos y al final fuimos reconstruyendo”, presumió. En esas andaba Alito cuando al menos dos personas que pasaron por el lugar le reclamaron a gritos: “Ya renuncia”, expresó una persona. “Nadie te quiere por rata”, le dijo otro que pasó en su automóvil. A botepronto, Moreno Cárdenas solo respondió: “Saludos, saludos”.
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