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XALAPA.- Ante la polémica por la reforma al Poder Judicial, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, llama “no hacerse bolas” y advirtió que la disyuntiva es respetar la soberanía del pueblo y lo que mandató el 2 de junio o bien esconderse entre las ramas del idioma que en realidad enmascaran conflictos de intereses entre los juzgadores del país. Comenta: “No hay que hacernos bolas, esa es la verdadera pregunta, porque ahora al tratar de resolverla, en algunas voces aparece la justicia como problema". Según el morenista, “la reforma al Poder Judicial tiene como esencia y ejes rectores la elección popular de ministros, magistrados y jueces, además de la reforma al Consejo de la Judicatura Federal, porque así lo decidió democráticamente con su voto el 60 por ciento del pueblo de México, el pasado 2 de Junio”. Sin embargo, reconoce que luego de cuatro foros se ha avanzado en la necesidad de que la elección de jueces, magistrados y ministros sea escalonada y progresiva además de garantizar a los actuales juzgadores que podrán ser postulados por cualquiera de los tres poderes. De igual manera aseguró que se respetarán los derechos adquiridos por los más de 50 mil trabajadores del Poder Judicial además de eliminar los criterios ilegales del nepotismo, influyentismo y acoso que han señalado los propios trabajadores en la promoción de actuarios y secretarios vía la Carrera Judicial. A partir de esta decisión soberana del pueblo, -- agrego--, “el verdadero postdebate está girando en torno a esa pregunta: ¿O se respeta la soberanía del pueblo o nos escondemos entre las ramas de las conjugaciones del idioma, que en realidad enmascaran conflictos de intereses entre los juzgadores del país? Mier dice entender “perfectamente a los juzgadores del país, porque no sólo se trata del conflicto de intereses de malos y corruptos jueces, también es el choque de valores entre los buenos jueces que se debaten entre su seguridad económica individual y el interés supremo de la Patria". En ese sentido, asegura que durante el proceso de elección por voto popular, los buenos jueces, serán valorados por los comités técnicos de cada uno de los tres poderes al momento de postularlos y por el propio pueblo que también conocerá de su trayectoria jurídica e historia de vida.
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