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XALAPA.- El nerviosismo entre los seguidores de Morena es palpable ante la evidente caída en las encuestas y el creciente descontento ciudadano hacia ese partido. Tal es el caso de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, candidato a senador por la alianza Sigamos Haciendo Historia, quien expresó su inquietud ante la insistente mención de Veracruz en los debates presidenciales. Y no es para menos, ya que Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD, exhibió a nivel nacional la grave situación social que se vive en Veracruz gobernada por Morena, lo que ha generado preocupación entre sus militantes. Huerta atribuye esta atención a los esfuerzos de los "corruptos" por ejercer su influencia en el estado, donde los intereses políticos y económicos se entrelazan en una lucha constante por el poder. O sea, la misma cantaleta de siempre que sólo se creen dentro de su propia secta. Huerta aprovechó la oportunidad para criticar también al PRI y al PAN, acusándolos de corrupción y falta de moral. Hizo referencia a la presunta relación entre José Pepe Yunes y Javier Duarte, exponiendo la necesidad de transparencia en estos asuntos. Sin embargo, es chocante su supuesta preocupación por la transparencia cuando él ni siquiera es capaz de responder a los cuestionamientos de los reporteros que le preguntan acerca de los gravísimos señalamientos de presunto acoso y abuso sexual que él habría cometido hace años, y sale huyendo despavorido cuando se lo echan en cara. El llamado de Huerta a que el PRI y el PAN pidan “perdón” a los veracruzanos refleja un nerviosismo descontrolado de los morenistas ante la caída sin frenos que sufre el partido que él representa. En este contexto de tensión política, la batalla por el control de Veracruz se intensifica, dejando al descubierto las divisiones y rivalidades entre los distintos actores políticos.
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