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XALAPA.- En un giro sorprendente, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, candidato de Morena al Senado, ha vuelto a evidenciar su incongruencia al cambiar su postura respecto a las denuncias de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero presentadas esta mañana por el empresario Arturo Castagné en contra de Rocío Nahle, candidata a la gubernatura de Veracruz por la coalición "Juntos Haremos Historia". Anteriormente, había afirmado que Nahle tendría que justificar sus propiedades, pero ahora sugiere que estas acusaciones están influenciadas por el ambiente político del momento. Resulta llamativo el contraste entre las declaraciones actuales de Huerta y sus afirmaciones previas, donde enfatizaba la importancia de denunciar y luchar contra la corrupción, insistiendo en que la justicia debe ser expedita. ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Le habrán jalado las orejas? Tal parece que la coyuntura política y electoral, que cada día es más desfavorable hacia Morena, ha modificado la perspectiva de sujeto que no pierde la oportunidad para ufanarse como “luchador social”. Estas incongruencias en las declaraciones de Huerta dejan en evidencia que no es un hombre íntegro y mucho menos coherente, especialmente en un momento crucial para el proceso electoral. ¿Está realmente comprometido con la lucha contra la corrupción, o están prevaleciendo las presiones políticas del grupo político de Nahle en sus declaraciones? Los votantes merecen respuestas claras y coherentes.
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