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XALAPA.- Con la relatora especial de la ONU siguiendo con lupa los excesos perpetrados en el caso de la ex jueza, Angélica "N", la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJE), Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, trató de lavarse las manos y negó las acusaciones de coacción en contra de la ex juzgadora con relación al caso Compa Playa. Más aún, Jiménez Aguirre aseguró que en ningún momento amenazó a la jueza y aclaró que lo que se concedió fue un amparo contra la violación a la suspensión, no una anulación de la orden de aprehensión en contra de la jueza. En ese tenor, la magistrada presidenta explicó que se está a la espera de la resolución sobre la legalidad de la orden de aprehensión en el caso mencionado y que acatarán lo que indique el fallo federal. Con relación al amparo que otorgó la jueza Angélica "N" a favor de Itiel "N", la magistrada aseguró que dicho amparo se concedió con plenitud de jurisdicción, lo que permitía a la jueza resolver de manera autónoma, fundando y motivando su decisión. Jiménez Aguirre destacó que el amparo otorgado a la jueza no establecía instrucciones específicas sobre si debía vincular o no a proceso a Itiel "N". La magistrada subrayó que el amparo era amplio y que permitía a la jueza ejercer su juicio de manera independiente. Ante las acusaciones de la ex jueza de que se le habría ordenado reponer la resolución, la titular del Poder Judicial reafirmó que no existió ninguna instrucción de su parte en ese sentido y que se respeta la autonomía de los jueces en sus decisiones. Señaló que la situación se mantiene en proceso legal y está por resolverse la validez de la orden de aprehensión en el caso "Compa Playa". Jiménez Aguirre destacó la importancia de analizar detenidamente el amparo concedido a la jueza para comprender que su alcance era amplio y que no había instrucciones específicas que pudieran interpretarse como coacción por parte de la magistrada presidenta del TSJ. Así las cosas.
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