Se anota en la página web de la Fiscalía General de Veracruz que “le corresponde a la Visitaduría General, como órgano de control interno, inspección, supervisión y evaluación, vigilar que las actuaciones de los servicios públicos de la Fiscalía General, se realicen observando los principios rectores señalados en el artículo 4 de la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado. El Visitador General tendrá, además de las señaladas en el artículo 36 de la Ley Orgánica, las facultades siguientes: Implementar las acciones pertinentes para lograr la expedita procuración de justicia, coordinándose con las demás unidades administrativas de la Fiscalía General. Revisar las actuaciones que el personal ministerial realice en cumplimiento a sus funciones. Verificar continuamente la congruencia del Código de Conducta, mediante visitas que permitan evaluar el comportamiento del personal, incluyendo el resultado en la evaluación del desempeño”. Por lo visto, la Visitaduría General no es un cargo que se le pueda dar a cualquier persona, no es una responsabilidad que se pueda entregar a un improvisado, a un compañero de estudios o al hijo de algún funcionario de alto nivel. Afortunadamente, Lizbeth Aurelia Jiménez, nueva fiscal de Veracruz, le ha encomendado este cargo a Ezequiel Castañeda Nevárez, quien ha dedicado buena parte de su trabajo, en la función pública, a la procuración de justicia.
Con el permiso de la CATEM de Pedro Haces, “El Limones” extorsionaba a punta de pistola todos los sectores de la economía en la Comarca Lagunera
Se le llama Comarca Lagunera a una región del norte de México, entre los estados de Durango y Coahuila, que históricamente se caracterizó por tener numerosas lagunas (como las de Mayrán y Viesca) alimentadas por los ríos Nazas y Aguanaval, lo que permitió un gran desarrollo agrícola. Pues en toda esta zona que abarca los estados de Durango y Coahuila, operaba Edgar Rodríguez Ortiz, “El Limones”, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM). De acuerdo con testimonios de empresarios y comerciantes de la zona, “El Limones” extorsionaba a todo mundo. Señala el periódico El Universal: “Las extorsiones abarcaban todos los giros y actividades posibles: cuota por cada metro cúbico de construcción transportado y por movilización de ganado; pagos forzados a comerciantes, taqueros y transportistas; control exclusivo ilegal de la venta de pollinaza, de los módulos de riego para la distribución de agua, así como de mercado forrajero con la imposición de precios”. Vale señalar que el sujeto operaba bajo las siglas de la CATEM, central obrera de corte morenista. Además de eso operaba con el permiso del diputado de Morena Pedro Haces, líder nacional de Morena.
El 12 de diciembre día de la Guadalupana. Saqueado y saqueador, corrupto y corrompido, todos van con la “morenita del Tepeyac” que no discrimina a nadie
Dice Octavio Paz que “la fiesta de Guadalupe, el 12 de diciembre, es todavía la fiesta por excelencia, la fecha central del calendario emocional del pueblo mexicano”. A esta fiesta acuden todos los desamparados, los huérfanos del destino que fueron abandonados en la desgracia. Pero como huérfanos que son también acuden a la basílica aquellos que no tienen madre, truhanes y desalmados; ladrones y corruptos que piensan que con un día de penitencia pueden hacer el resto del año lo que les plazca. Cierto que para muchos la virgen sigue siendo la madre de Dios, la mensajera que puede llevar los ruegos de los fieles hasta el trono del señor. En un país como el nuestro, donde nuestras propias autoridades ya no nos escuchan, la virgen intercede por todos, files e infieles, indios y mestizos, honrados y pobres; porque la virgen no hace ninguna discriminación y lo mismo socorre al que ha sido saqueado como al saqueador.
Basta con que un sólo día el sujeto haya ido al templo a cantarle las mañanitas o haya llegado de rodillas hasta su altar, con las rodillas sangrando, demostración evidente del amor y la devoción hacia la morenita del Tepeyac. Con el 12 de diciembre, día de la virgen de Guadalupe se inicia un maratón que se prolonga hasta el 6 de enero, día de los Reyes Magos. Entre estas dos fiestas se presentan ocasiones para los excesos. Comemos en demasía, tomamos en demasía, amamos en demasía y hasta odiamos en demasía; y ya saben lo que se dice, que todo en exceso es malo. Es por ello que los fieles hacen bien al brindarle el primer día de ese maratón a la morenita del Tepeyac, la que nos aceptó a pesar de ser indios, porque dice la iglesia que la Guadalupana también es india, morena de ojos marrón, como la Sulamita de Salomón. Así es que los templos se llenarán y las personas ya andan peregrinando, recorriendo grandes tramos a pie, como si no hubiera autobuses. Pero hay que hacerlo así porque del tamaño de la penitencia es el perdón; del tamaño del sacrificio será el perdón de nuestros pecados y el permiso para seguir pecando.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra |
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