Los asuntos públicos mexicanos están siendo infiltrados peligrosamente por la iglesia católica y otros credos, en teoría nuestro Gobierno, el Estado mexicano, se debe regir atendiendo procedimientos en que la razón científica y norma impuesta por las cámaras legislativas tienen imperio, siempre atendiendo los preceptos plasmados en nuestra Constitución. ¡Pues No!, los preceptos laicos han sido pisoteados de siempre, la educación primaria ha sido impartida en una gran cantidad de escuelas donde se imponen procedimientos confesionales, después de eso, la injerencia de los sacerdotes ha ido permeando toda la vida pública y social de nuestro país.
Los altos jerarcas del clero, se inmiscuyen en los asuntos públicos, importándoles poco la supuesta separación entre la iglesia y el Estado, condición laicista que para imponerla en la vida pública nacional, fue menester el derramamiento de sangre de más de un millón de mexicanos, sacrificados o que murieron en defensa del laicismo en nuestro manejo público, la separación Iglesia-Estado quedó plasmada en la Constitución de 1847, no por capricho de políticos come curas, se impuso después de sufrir nuestro país el oscurantismo impuesto por el clero católico, en ese tiempo, un 98% de los mexicanos era analfabeta, por así convenirle al clero católico, dueño casi absoluto de las pocas escuelas y muchas tierras de labrantío que en una gran parte se mantenían ociosas.
Las declaraciones de altos funcionarios del clero Veracruz, tildando de incapaces a ciudadanos, una mayoría políticos gobernantes, acusándolos además de pillos que se enriquecen mediante corruptelas implementadas durante el ejercicio del poder, está fuera de orden, lo está por provenir de un ciudadano que al ser sacerdote, nuestras leyes le imponen apartarse de esos señalamientos, son además inmorales por provenir de un grupo que históricamente ha estado señalado como antipatriota y practicante de perversidades que les presentan ante la opinión pública como enemigos de los preceptos religiosos cristianos.
De siempre, la iglesia católica ha sido contraria de los movimientos progresistas en nuestro país, fueron enemigos de la independencia, enemigos de los patriotas liberales, financiaron la guerra de tres años que pretendía anular la Constitución de 1847, derrotados, financiaron a los vende patria que impusieron un príncipe europeo, vencidos en esa etapa, se aliaron a gobernantes devotos de la fe religiosa, sumiendo al país en el analfabetismo y entreguista desarrollo, donde los extranjeros impusieron condiciones antimexicanas, durante la revolución financiaron obscuras fuerzas, vencidos, intrigaron y financiaron el fanatismo de mexicanos que murieron defendiendo las mentiras anticristianas del clero católico.
Hoy, la patria se ensombrece ante la increíble permisividad de nuestros gobernantes, el clero anula la prensa libre, fomentando la publicación del intervencionismo clerical en asuntos que deben ser privativos del Estado gobernante, aunque malo, son preferibles las corruptelas de políticos entendidos de su responsabilidad ante la ley civil que les puede castigar, mejor que las faltas cometidas por curas escudados en un fuero no concedido, poniendo mal los preceptos ético-religiosos de la confesión católica cristiana.
De capital importancia es hacer ver a los católicos cristianos que su enemigo más poderoso no está en la política laica, sino en la competencia religiosa de practicantes de otras confesiones que día a día se manifiestan sin recato, algunos con autoridad de primer nivel en el ámbito gubernamental. !AGUAS!
Octubre 12 de 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf
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