Acostumbraba los fines de semana largarme a vagar con mi familia sin rumbo ni programa, uno de esos Domingos tomé camino hacia la región sotaventito-alvaradeña de los poblados de Nanchal y Rincón de la Palma, nunca había visitado la zona y un campesino amigo me invitó a dar una vuelta por esos lares que andan alborotados por la serie final de Base Ball de grandes ligas, como entre Nanchal y Mosquitero. Le fui a Nanchal, son o eran los mejores.
Estando la temporada de lluvias establecida, el campo es un vergel, todo verde, un verde que alegra los sentidos, gozando el paisaje me adentré hacia el Nanchal, mi ánimo fue decayendo por causa de la observación del nulo cultivo de las tierras, no hay milpa en desarrollo, nada de fríjol, nada de hortalizas, aislados árboles frutales, las pocas vacas que pastaban parecían emparentadas con coyote, marcados los costillares y las paletas sobresaliendo. La belleza del campo fue sustituida por el encabronamiento de ver la desolación en el campo veracruzano. Abandonado y sin esperanza.
Llegué a la casa de mi amigo y le comenté mi asombro ante el abandono de toda actividad agropecuaria, su único argumento es que no existe apoyo alguno del Gobierno y que cultivar granos o producir hortalizas o ganado no es negocio, en el mercado se encuentran productos importados de menor precio que el costo de producción para ellos. Además, muchos jóvenes se fueron a los EU.
Platicando a la sombra de un frondoso árbol, pregunté el nombre y si daba frutas, la respuesta fue sencilla, se llama Tepetaca y da unos pequeños granos comestibles, de mala madera, pues es blanda y aguañosa, como la del mulato. Busqué en el suelo y encontré algunas semillas, las descascaré y comí, sin tostar de un agradable sabor, me informaron que tostado, era mejor que la nuez de la india y contenía abundante grasa o aceite.
Metido en esto del biodiesel, pregunté a varios amigos sobre la planta, nadie la conocía, recurrí a mi salvación, Google y…!Sorpresa!, me soplé como ocho horas leyendo la abundante literatura existente acerca de la Tepetaca, el arbolito en cuestión es de la familia de las esterculiaceae, especie o nombre científico, Sterculia apetala es el árbol Nacional de la República de Panamá y donde se le cultiva para diferentes fines. Se le conoce como árbol de Panamá.
La plantita desarrolla rápidamente, en tres o cuatro años es maderable alcanzando hasta doce metros, a los doce años llega a tener una altura de 40 metros, su madera es apreciada por el color y veta, ligera y resistente, no deformable, las semillas tienen buen sabor y alto contenido de aceite, siendo endémica de la región, resiste plagas y es mejoradora de suelos. En fin, es una planta milagrosa parecida a la Jatropha Curcas.
Colecté mas de 1000 semillas, varios plantines y esquejes, dice mi cuate: “ayúdate que yo te ayudaré”, por tanto, ya sembré, después les platico y les invito la botana de Tepetaca. ¿Dará abundante biodiesel? Regale a los campesinos muchos plantines que dsarrollé en mi casa, espero bien desarrollen, es merecedor de admiración ver su fuste, uno que prendió bien en el vivero de APIVER, sorprende su rápido desarrollo y alto fuste. ¡AGUAS!
Octubre 2 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luís Martínez Wolf |
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