Tengo varios hijos triunfadores, jóvenes que por la preparación recibida y su vigor intelectual han logrado éxito, ello para mi es evidencia de que la juventud tiene mucho que dar, pero no se vale tratar de ridiculizar funcionarios, como lo hizo una joven legisladora llevando un muñeco pinocho para burlarse, pretendiendo evidenciarlo como mentiroso, ella quedó en ridículo, lo siento pues es veracruzana.
Me mortifican los inteligentes políticos que han orquestado la idiota teoría de que solo la juventud puede gobernar, al hablar de juventud me refiero a personas con menos de 35 años de edad, arriba de ese criminal y estúpido rasero todos somos viejos, más que eso, inútiles y decrépitos.
Nuestros políticos deberán voltear para ver lo que sucede en países desarrollados, como China o Alemania, descubrirán con asombro, algunos con temor, que quienes ocupan los más importantes puestos públicos son viejos de más de 65 años, algunos ancianos, pero de mente lúcida, para gobernar solo es necesaria la experiencia y claridad de pensamiento, no es con la buena estampa de los efebos como se gobierna, las buenas decisiones de gobierno se logra con la magia de la experiencia.
Los veracruzanos vemos con asombro y hasta con indignación como los puestos públicos y hasta la generalidad del empleo, se da a gente muy joven, los empleadores, llámense funcionarios o empresarios, han decidido que la juventud es un tesoro de mayor valor y de largo alcance, en oposición a la vejez que por muy valiosa y experimentada que sea, solo tiene vigencia productiva por diez o quince años.
Ni modo, la realidad que vive nuestro estado es para espantar a todos los viejos, todos aquellos individuos o individuas (Fox dixit) de más de 45 años están en el ocaso de su vida, no sirven para un carajo y si no han formado capital, solo les queda el suicidio o prepararse para una vida de pordioseros, sin esperanza de espacios dignos y alegre sobrevivencia.
Realmente estoy encabronado, la chaviza, atendiendo la línea doctrinal o discriminatoria de viejos que reniegan de su cronológico existir, han decidido que ya no sirvo para nada, tengo 87 años de edad y trabajo como burro, combato además un cáncer al que parece le gano, ahora me doy cuenta que he sido burro trabajador durante 43 años, pasados mis floridos 45 y aun me siento dispuesto a la lucha, entero, pero ahora por decreto soy senecto, habiéndome re-casado a los 61, alguien ha decidido que ya no funciono y debo retirarme, botando a la basura mi hombría y experiencia.
¡PUES NO!, estoy viejo, pero no acabado, pido a todos mis coetáneos o quienes estén cerca, arriba o abajo en años, se rebelen, hagamos un movimiento de viejos activos, demostremos a los jóvenes que ellos son el presente y futuro productivo, los viejos funcionales aceptamos el reto sirviendo con eficacia, si a la lucha nos provocan, dispuestos estamos a luchar, hay dignidad y experiencia.
¿Viejo a los 65?, ¡Ni madres! Viejos aquellos chavos que pasan de verdes a podridos sin haber nunca madurado. ¡AGUAS!
Noviembre 8 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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