¿ALGUIEN SABE para qué sirve la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), además de pagar abultados salarios a 19 funcionarios –la mayoría ajenos al gremio- que no sirven ni de “plañideras” cuando se arranca la vida a un comunicador o se atenta contra estos? En la exposición de motivos que da pie a la creación de la CEAPP, se argumenta que “nace como respuesta a la situación que vivió la Entidad, ante el contexto de seguridad nacional de los últimos años, como un mecanismo para coadyuvar en la salvaguarda del periodismo, considerado como una manifestación fundamental del derecho a la libertad de expresión”, y uno se pregunta: ¿ha salvaguardado, realmente, el periodismo veracruzano o se ha convertido en agencia de colocaciones en donde la opinión de los comunicólogos es lo que menos importa, incluso, en la elección de quienes encabezan esa instancia?. Pero el documento publicado en la Gaceta Oficial que dio origen a su creación insiste: “así, mediante la reforma constitucional publicada en la Gaceta Oficial del 9 de noviembre de 2012, se adicionó una fracción Quinta, otorgando a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, la función de atender y proteger la integridad de los periodistas, así como de promover las condiciones para el libre ejercicio de la profesión del periodismo, con pleno respeto al derecho a la información y a la libertad de expresión”. ¿Es cierto tanta belleza? Porque hasta donde sabemos, la CEAPP jamás se ha contrariado al poder cuando se registran excesos de funcionarios, llámense Gobernador, Secretario de Gobierno o de Seguridad o, incluso, del ordinario titular de salud, y mucho menos ha acompañado a los comunicadores cuando son víctimas de atropellos de la Policía Estatal que les impide el cumplimiento de sus funciones si ocurre algún hecho que debe informarse a la sociedad, pues se ha puesto de moda obstaculizarlos y agredirlos, y hay una decena de audio videos que describen ese trato que, si el “jefe máximo” lo ejerce, ¿por qué el resto no?.
ES EVIDENTE que se requiere de un organismo autónomo que defienda la integridad de los comunicadores; una instancia que no dependa de los caprichos del Gobernante en turno o se someta por necesidad a las exigencias de los gobiernos, y que los directivos sean electos en base a ternas propuestas en el norte, centro y sur del Estado, de tal suerte que todos los periodistas estén representados, porque los afanes del Movimiento de Regeneración Nacional, en esa tendencia dictatorial copiada a regímenes caducos o trasnochados, es desaparecer a la CEAPP por inoperante, y acaso tienen razón, y es por ello importante que los medios aprovechen esa coyuntura para crear una instancia realmente independiente, ya que el servilismo del PRI estaría por sumarse al disparate que aunque disfuncional, es un espacio que podría concretarse, por lo que es el momento de promover la creación de una organización estatal de comunicadores donde haya un representante de 21 distritos electos por comunicadores locales o municipales. Una instancia que represente a todos y donde todos, vía internet, tengan voz y voto en la toma de decisiones, porque hasta donde se sabe, el PRI está en la misma sintonía con MoReNa, y acaso en Veracruz esa será la tónica como quedó demostrado la noche del sábado, cuando regidores del “tricolor” apoyaron la propuesta del inútil alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, ex priista y ahora morenista para que la síndica Yazmín Martínez Irigoyen sea desaforada y echada de Palacio por haber puesto en evidencia las trapacerías del munícipe.
Y ES que el pasado jueves, durante la comparecencia de la Presidenta del organismo, la diputada Erika Ayala Ríos –la priista que ahora viaja al lado del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos a Baja California a presentar libelos acaso por miedo a ser enjuiciada por los 150 aviadores detectados en el Colegio de Bachilleres del Estado (COBAEV) cuyo sindicato dirige, y en donde aparecen incluso familiares como su hijo-, y la morenista Ana Miriam Ferráez, dejaron en claro que como la CEAPP no ha funcionado, es necesario que desaparezca, algo que no está en los alcances de ambas legisladoras sino en las intrusiones que reciben desde Palacio de Gobierno pero, insistimos, acaso no les falte razón debido a las incongruencias de esa instancia que pareciera no existir aunque, por supuesto, debieron consultarlo con los medios antes de asumirse como sepultureras de una organización que, se supone, representa a los comunicadores, aunque solo sea una farsa creada por Javier Duarte de Ochoa para tapar, precisamente, los atentados que durante su gestión –la más peligrosa para los medios- cegaron la vida a 17 comunicadores, además de tres desaparecidos.
PORQUE, QUE se sepa, nunca más la CEAPP se ocupó de los familiares de esos periodistas, ni en materia de becas para los hijos o en pensiones o empleos para las viudas. Veracruz se convirtió en el gobierno duartista en foco rojo para la prensa, y según Reporteros Sin Fronteras, fue el tercero más letal del mundo para los comunicadores en 2016, solo superado por Afganistán y Siria. ¿O quién, al interior de la CEAPP se acuerda de Noel López Olguín, encontrado muerto el 1 de junio de 2011 cerca de Jáltipan, o de Miguel Ángel López Velasco, el afamado Milo Vela, asesinado la madrugada del 20 de junio de 2011 en su domicilio junto con su esposa y uno de sus hijos, Misael López Solana, también comunicador. O de Yolanda Ordaz, encontrada muerta la madrugada del 26 de junio de 2011, atrás de las instalaciones del periódico Imagen de Veracruz; o de Regina Martínez, corresponsal de Proceso ultimada el 28 de abril de 2012 en su domicilio, en Xalapa, o de los reporteros gráficos Guillermo Luna, Gabriel Huge y Esteban Rodríguez encontrados en un canal de aguas negras en el municipio de Boca del Río, el 3 de Mayo de 2012, además de una empleada administrativa de un medio de comunicación porteño?.
¿O SE acuerdan acaso de Víctor Manuel Báez Chino, reportero de Milenio Xalapa y director de la página ‘Reporteros Policiacos’, o de Gregorio Jiménez, periodista de los diarios Notisur y Liberal del Sur que apareció muerto el 11 de febrero de 2014, aunque su secuestro se reportó el 6 de febrero, o de Moisés Sánchez, director del semanario La Unión, secuestrado por un grupo armado el 2 de Enero de 2015 y posteriormente asesinado, o de Armando Saldaña, periodista que trabajó para medios veracruzanos como El Mundo de Córdoba o La Crónica de Tierra Blanca quien apareció asesinado el 4 de mayo de 2015 en una zona de cañaverales de Acatlán de Pérez, municipio oaxaqueño limítrofe con Veracruz, o de Juan Mendoza Delgado, director del portal de noticias Escribiendo la Verdad y reportero de nota roja quien desapareció el 30 de junio de 2015 y fue encontrado muerto el 3 de julio, o de Rubén Espinosa, fotoperiodista autoexiliado de Veracruz que apareció asesinado el 1 de agosto de 2015 en un departamento de la colonia Narvarte en la Ciudad de México; o de Anabel Flores, reportera de medios veracruzanos como El Mundo de Córdoba, El Buen Tono, y El Sol de Orizaba secuestrada el 8 de febrero de 2016 y posteriormente asesinada, o de Manuel Torres, director de su propio medio informativo, Noticias MT, asesinado de un tiro en la cabeza el 14 de Mayo de 2016, o Pedro Tamayo, asesinado a tiros en Tierra Blanca, el 20 de julio de 2016, todo en el nefasto Gobierno de Javier Duarte que debería ser juzgado por ello y por otros atentados. Tal vez la CEAPP debe desaparecer por inoperante, pero al menos consúltenlo por cortesía con los periodistas, aun cuando nos encaminemos a la dictadura. OPINA carjesus30@hotmail.com
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