CONSUMADA LA renuncia de “los viagros” al Partido Revolucionario Institucional –todos integrantes de la organización política “Vía Veracruzana” fundada por Felipe Amadeo Flores Espinoza al interior del “tricolor”-, algunos –como el dirigente Estatal del PRI- se dicen sorprendidos y hasta minimizan la partida pero, lo cierto es que la dimisión masiva si afecta a ese instituto, ya que si bien no le quitará muchos votos, el alboroto suele ser lo peor. Y es que no hay que olvidar que en cuestiones políticas –e, incluso, periodísticas-, no pesa tanto el delito sino el escándalo, y el caso que nos ocupa es algo que termina por confirmar lo que en este espacio se abordó en tiempo y forma: el desinterés de la actual dirigencia estatal del PRI a viejos militantes que se quiera o no aceptar, representan mucho por el camino recorrido, los amigos conquistados y grupos afines leales en el tiempo. Amadeo confió a uno de sus cercanos que durante muchos meses buscó un acercamiento con el abanderado priista a la gubernatura, José Francisco Yunes Zorrilla, a través de dos personajes: Américo Zúñiga Martínez, actual jerarca estatal, y Héctor Yunes Landa –que se quedó con casi todas las “canicas” de cara a los comicios de Julio-, y con ninguno tuvo éxito, ya sea porque ambos lo bloquearon, no tomaron en serio al vetusto líder “viagro” o, en el peor de los casos, no deseaban interferencias en el reparto de candidaturas a las diputaciones federales y locales, incluidas las plurinominales que fueron el chorro que derramó el vaso.
Y ES que tanto Américo como Héctor se despacharon con la “cuchara grande” las principales posiciones a las cámaras legislativas -tanto en el ámbito federal como local-, ya que el segundo encabeza la lista plurinominal federal por la demarcación en la que se encuentra el Estado, seguido de la ex delegada de la Secretaría de Desarrollo Social, Anilú Ingram, mientras que en la local fueron impuestos en la primera posición su compadre y “mecenas”, Juan Carlos Molina, dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias; en la segunda, la protegida de Américo y suplente de Héctor en el Senado, Erika Ayala, lideresa de la CNOP; en la tercera Jorge Moreno Salinas, eterno secretario particular de Yunes Landa y, en la quinta, Víctor Manuel García Trujeque, líder Estatal de la CTM. Y si de los cuatro, tres son representantes de los sectores del “tricolor”, a decir verdad ninguno de ellos tiene sustancia o fortaleza para hacer ganar a quienes les dirigen, porque, simple y llanamente, ya no existen. Pero suponiendo que nos equivocamos, y que la CNC, CTM y CNOP siguen siendo la fuerza del PRI en la Entidad, uno se pregunta: ¿y entonces, por qué no fueron abanderados uninominales para que se ganaran el voto directo y, de paso, lo sumaran a la causa de Pepe Yunes?. La respuesta es simple: porque los tres dirigentes sectoriales habrían perdido de calle la contienda, pues de hecho, ninguno ha ganado una elección; todos han sido producto de las suplencias o del beneficio de las plurinominales. ¿Y, entonces, por qué se les premia?: a uno por la velada amenaza de llevarse a los campesinos con Miguel Ángel Yunes Márquez –como si los trabajadores de la tierra fueran entes sin inteligencia para decirles por quién votar-, grupo que, al parecer, ya lo había rechazado; la otra por capricho de Américo y Héctor; el tercero porque representa a los electricistas, y Jorge Moreno porque es amigo de Yunes Landa pero ninguno, salvo García Trujeque tiene cierto respaldo, pero no de todos los sindicatos cetemistas sino solo de los electricistas.
UN REPARTO inteligente, comentaría un seguidor de Pepe Yunes al candidato priista, debió haber contemplado a un integrante de la sociedad civil; al más representativo. A un dirigente juvenil que aglutine universitarios, activistas y jóvenes deseosos de participar en política; a un representante de los académicos que debatiera en el futuro Congreso del Estado los conflictos que atañen a ese sector; tal vez a un actor que representara al clero y la familia y, por qué no, a algún personaje identificado con los grupos lésbico-gay de la Entidad –sector de población que, hasta donde se sabe, cuenta con miles de simpatizantes tanto dentro como fuera del closet, pero no, se optó por lo simple, atendiendo presiones de grupos de interés que no han aportado nada al PRI, pues de lo contrario habrían hecho ganar a Héctor Yunes Landa cuando contendió por la gubernatura y, sin embargo, con el respaldo de esas lumbreras, el oriundo de Soledad de Doblado fue enviado al tercer sitio.
PERO COMO el PRI –o más correctamente, quienes lo dirigen no aprenden de sus errores-, nuevamente se recurre a lo desgastado como si fueran héroes mitológicos capaces de imponerse al infortunio, aunque para ellos lo importante es solo asegurarse “chamba” e ingresos seguros los próximos 3 años, muy a pesar de que al abanderado “tricolor” lo abandonen a su suerte con renuncias producto de esa ambición desmedida, como ya ocurrió con la Presidenta de la Fundación Colosio en el Estado, Zaida Lladó, y la candidata del PRI en Coloseacaque, Carla Enríquez Merlín; Juan Montagné Castañeda en la zona de Los Tuxtlas, y ahora, en bloque con los “viagros” que se llevan a operadores electorales de renombre, dirigentes regionales y personajes de trascendencia notable.
SIN DUDA, es criticable que Felipe Amadeo Flores Espinoza que le debe todo lo que es al PRI, incluidas las notarías, cargos públicos y hasta la magistratura de su hijo, se vaya como las “chachas”, aunque si no fue atendido en sus demandas no se le reprocha. Y es que entre Juan Nicolás Callejas Roldán y Flores Espinoza hay un abismo; el primero, candidato al Senado, es producto de la imposición e improvisación, mientras que al segundo le antecede la experiencia y muchos triunfos que le dieron lustre al “tricolor”. Nos guste o no, es un líder recio, de pocas palabras (quihubo cabrón; te voy a chingar) pero determinante, que viene picando piedra desde los tiempos de Rafael Hernández Ochoa, consolidándose con Agustín Acosta Lagunes donde llegó a Secretario de Gobierno, y solo le faltó ser Senador y Gobernador, pero los grupos de interés se lo impidieron.
Y COMO Amadeo Flores y su grupo se irán muchos, porque no hay una dirección priista que los contenga; no tienen los arrestos ni la calidad moral para hacerlo. Dice Américo Zúñiga que aunque hubo quejas y molestia por la designación de los espacios plurinominales, “ahora el PRI debe reconciliarse”, y semejante postura llama a risa. O sea, algo así como: te di de garrotazos hasta mandarte al hospital y ahora, perdóname, hagamos las paces. Vaya ingenuidad del ex alcalde de Xalapa, y lo palpará en los días que se avecinan. Ojalá fuera removido. OPINA carjesus30@hotmail.com
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