TODO PARECE indicar que Andrés Manuel López Obrador dejó de ser “un peligro para México”, pues hasta el candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña asumió con beneplácito el llamado a la concordia del tabasqueño que ha formulado reiterados llamados a sus opositores a “no hacerse daño” porque ya suficiente tiene el país con la violencia criminal. Pero lo que quizá comienza a agradar en la cúpula “tricolor” y en Los Pinos, es la postura del abanderado del Movimiento de Regeneración Nacional de no ir por la venganza y la promesa replicada de “no ser como lo fueron los gobiernos de Carlos Salinas y Felipe Calderón, que hicieron acciones mediáticas para intentar legitimarse”. La postura del, ahora, conciliador aspirante presidencial es dulce para los oídos del PRI pero té amargo para el PAN cuyo abanderado, en un acto de soberbia y venganza palaciega le advirtió al Presidente Enrique Peña Nieto que, “quien haya incumplido la ley tendrá que pagar, y ello incluye al titular del Ejecutivo Federal. Si se demuestra que él (Enrique Peña) cometió actos graves de corrupción, por supuesto que sí (lo llevará a prisión). Ya estuvo bueno de que haya intocables en nuestro país”, rubricó el llamado “joven maravilla” (cuya boca se ensangrentaba), luego de que una encuesta del periódico El Financiero registró que 53 por ciento de los entrevistados si considera como cierto que incurrió en lavado de dinero, mientras que 21 por ciento cree que es falso.
CONTRARIO AL iracundo panista, el de MoReNa insistió que de ganar la Presidencia no habrá persecución política contra sus adversarios ni intentará relegirse como Evo Morales (en Bolivia), Nicolás Maduro (en Venezuela) o Rafael Correa (en Ecuador): “no voy a perseguir a nadie. Lo he dicho: no es mi fuerte la venganza, yo quiero que haya justicia y voy a acabar con la corrupción y la impunidad”. Yo no voy a necesitar hacer lo que hicieron Carlos Salinas y Felipe Calderón para intentar legitimarse. Yo no voy a necesitar eso, porque la gente confía en mí; y no voy a traicionar al pueblo”, y explica: “todo eso de que se van a meter a la cárcel es muy frecuente en la mafia del poder. Salinas utilizó esa estrategia, de actuar de manera espectacular metiendo a la cárcel a (Joaquín Hernández Galicia) La Quina; los panistas, que son alumnos de Salinas, y no dudo que Salinas esté detrás de Anaya, porque ahí está Diego Fernández de Cevallos, son iguales; son pleitos de arriba. Creo en el perdón y es muy importante el que nos reconciliemos y que juntos saquemos adelante a nuestro querido México; yo no odio a nadie y lo que busco es el bien y la felicidad”. La postura de AMLO deja la puerta abierta para una probable negociación en caso de que el PRI vaya perdiendo la elección allá por Junio, en base a un acuerdo de inclusión y no persecución a ultranza, esto es, recurrir al voto inteligente para hundir a Anaya Cortés e impedir que llegue a la Presidencia, ya que su error garrafal fue hablar antes de tiempo, descubrir sus cartas y amenazar como si estuviera en condiciones de hacerlo.
POR ELLO no es fortuito que José Antonio Meade Kuribreña se desmarcara de la supuesta alianza operada en el pasado entre PRI y PAN, en cuyos gabinetes presidenciales ha participado, aclarando que su trabajo como servidor público no ha sido como militante de un partido político sino como ciudadano, y en ese sentido enfatizar: “me parece muy bueno y destacable que Andrés Manuel coincida conmigo en términos de que lo que necesita el País es concordia, es unidad, es ´un solo proyecto nacional´, es una política que no divida, una política que genere y busque consensos, que es lo que yo he buscado hacer los últimos 20 años”. El país de futuro que queremos, puntualizó en la reunión del Colegio Nacional de Ingenieros Civiles, es un país de concordia, de paz, de unidad, y me da gusto que Andrés Manuel coincida conmigo”. AMLO, por lo tanto, ha dejado de ser “un peligro para México” y se enfila como aliado del PRI para atajar los ímpetus de Anaya Cortés que por bocón lo van a dejar con un palmo de narices.
Y SI surge una negociación para apoyar a López Obrador en caso de que Meade Kuribreña no despegue en la campaña, Veracruz podría no quedar exento. Se perdería la presidencia pero se recuperaría el Estado para el PRI, que al fin de cuentas el propio tabasqueño está consciente de que Cuitláhuac García Jiménez está muy verde para pitayo, y en ese sentido la posición sería para el PRI, algo que entendería el propio Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que sabe de antemano que en caso de perder ante MoReNa podría seguir los pasos de Duarte, no precisamente porque acumule delitos sino por un afán de venganza. Pepe Yunes, sin embargo, le garantizaría una alternancia tersa, y no porque sean familiares, que no lo son, sino porque el mandatario en turno sabe de los afectos del padre de José Francisco a quien guarda respeto y agradecimiento, ya que en la juventud estudiantil y política de Yunes Linares, don José Abraham jugó un papel determinante.
ES, SIN duda, temprano para especular, pero lo cierto es que tras la amenaza de Anaya Cortés al Presidente de México los escenarios cambian. No es lo mismo llegar al poder e iniciar una investigación como cualquier otra y llevar ante tribunales a quien resulte culpable de algún ilícito, que adelantarlo y convertirlo en amenaza, erigiéndose sin ser todavía el titular del Ejecutivo Federal en manipulador de antemano del poder judicial, algo que nadie quiere ya que las instituciones de justicia no deben ser para la persecución radical y llevar a prisión a los enemigos u opositores “para que se les quite”, apelando a la frase coloquial de la delincuencia. Es indiscutible que si el PRI se considera perdido ordenará a su militancia no desperdiciar el voto y sufragar por Andrés Manuel López Obrador previo acuerdo que incluya el rescate de notables priistas.
POR LO pronto Meade Kuribreña no baja la guardia, y este miércoles dejó en claro que en dos encuestas difundidas en la semana ha crecido y se ha posicionado en segundo lugar, en una tendencia positiva, por lo que confía remontar una vez que inicie el periodo de campaña, a partir del 30 de Marzo próximo. Dice que en las tres recientes contiendas quien inicia puntero pierde. Como fuera, todo parece indicar que, ahora, el peligro para México es Ricardo Anaya, y en ese sentido su aceptación popular en los recientes sondeos va a la baja, sobre todo porque la sociedad en su inmensa mayoría –a juzgar por las encuestas- cree que si cometió el presunto delito de lavado de dinero. Así de simple. OPINA carjesus30@hotmail.com
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