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Pixabay
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Ciudad de México.- El cáncer de pulmón es un tipo de tumor maligno frecuente y peligroso debido a sus altos números de mortalidad pero también ante la ausencia de señales. Es correcto afirmar que, según especialistas, los síntomas del cáncer son casi nulos en las primeras etapas, sin embargo hay una señal que puede actuar como indicador temprano y, en beneficio, se podrá iniciar un tratamiento favorable para la salud del afectado.
En consecuencia es vital diagnosticar tempranamente al cáncer de pulmón, ya que se podrá reconocer la afección y llevar a cabo un tratamiento específico. Aunque los síntomas del cáncer no facilitan esta temprana detección debido a que no se revelan, habitualmente, hasta que el tumor esté en un grado avanzado.
Siguiendo los datos que expresa el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el cáncer de pulmón se inicia en el principal órgano del sistema respiratorio y se puede diseminar a otros órganos, como el cerebro, causando la tan conocida metástasis. Además, el mismo organismo afirma lo expresado anteriormente, que los síntomas del cáncer son distintos en cada persona. En ocasiones las señales son respiratorias, pero es posible que solo haya malestar general. Y una vez que las señales comienzan a aparecer, el pronóstico no es alentador porque la enfermedad ha avanzado aceleradamente, haciendo metástasis en algunos casos.
Entre los síntomas del cáncer de pulmón más frecuentes podemos destacar aquellos que afectan al pecho o a la garganta, tales como la tos o el dolor de pecho. Aunque según investigaciones recientes han detectado que puede haber una alerta reflejada en los pies del enfermo: dolor en el talón. En consecuencia, esta alarma temprana podría proteger al individuo y a su salud.
Las causas de este dolor se deben a un coágulo de sangre que se presenta en alguno de los pies de la persona que padece cáncer de pulmón, situación generada por una metástasis del aparato respirador. Además, luego se presentarán otros síntomas del cáncer, una vez que la enfermedad avanzó y que la salud se ha visto perjudicada: tos persistente a lo largo de tres semanas; infecciones del pecho; sangre al toser y pérdida del peso inesperada.
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